Pasar al contenido principal

Uso de la hemovacuna llega a medio millón de terneros

El uso de la hemovacuna para la premonición contra la garrapata ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años. Así lo confirmó el Dr. Raúl Leites, responsable técnico del Laboratorio König, quien destacó que la herramienta sanitaria pasó de una aplicación marginal a transformarse en una práctica extendida y valorada por productores y técnicos en todo el país.
500.000 terneros inmunizados 
Leites recordó que, hasta hace menos de una década, la vacunación con la hemovacuna en Uruguay tenía una presencia muy limitada. "Por ahí por los años 2016 o 2017 lo que se inmunizaba globalmente en el país era totalmente insignificante; se podían inmunizar unos 30.000 terneros, incluyendo los toros y futuros reproductores", señaló.
Esa realidad cambió drásticamente en pocos años. Según explicó, la suma de la vacuna oficial elaborada por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y la vacuna privada desarrollada por König permite hoy alcanzar un volumen anual de alrededor de 500.000 terneros inmunizados. "En seis o siete años el crecimiento ha sido exponencial", sostuvo el técnico, remarcando que el interés por la herramienta ha ido de la mano con la evolución sanitaria y productiva del rodeo nacional.
Aumento de la garrapata
Consultado sobre las causas de este fuerte incremento, Leites explicó que obedece a múltiples factores. En primer lugar, destacó que "la ganadería se fue tecnificando y haciendo más intensiva", lo que llevó a un manejo más profesional de la sanidad y del control de parásitos externos. Paralelamente, el aumento del valor del ganado impulsó a los productores a proteger mejor sus rodeos. "Hoy uno tira costos y hace retorno costo-beneficio, y los números te queman los ojos", comentó.
El avance de la garrapata también ha sido determinante. "El crecimiento exponencial de las infestaciones con garrapata no se limita a la zona norte, donde convivíamos con el problema. Hoy se ha metido en lugares del este y del sur donde antes aparecía esporádicamente y ahora casi que es endémica", explicó. En esas zonas, agregó, los cuadros de "tristeza parasitaria y mortandad" se han vuelto más frecuentes, lo que refuerza la necesidad de adoptar estrategias preventivas como la premonición.
Capacidad productiva 
Ante la fuerte expansión de la demanda, varios productores plantean la inquietud sobre la capacidad de abastecimiento de la hemovacuna, dado que en varios casos se señalan demoras ocasionales en la entrega de dosis por parte del Dilave o de los laboratorios privados. Al respecto, Leites se mostró optimista: "Yo creo que vamos a seguir creciendo. Capaz que baje un poco el ritmo, pero se puede seguir aumentando la dosificación de la vacuna".
Reconoció que el proceso de producción de la hemovacuna "no es de un día para el otro", pero destacó que la capacidad industrial y técnica permite ampliar la oferta conforme aumente la demanda. "No sé cuál va a ser el tope. Es demanda. A medida que vaya aumentando la demanda iremos articulando la producción", explicó.
El especialista consideró poco probable alcanzar cifras de inmunización cercanas a los tres millones de terneros -como algunos estiman-, aunque reafirmó que la tendencia seguirá al alza. "No creo que lleguemos a eso, pero viendo la perspectiva del control de la garrapata y cómo se van dando las condiciones, creo que es una herramienta que va a seguir en aumento", señaló.
Aplicación responsable
Leites subrayó que el uso de la hemovacuna requiere criterio sanitario y acompañamiento técnico, ya que no se trata de una aplicación masiva o indiscriminada. "No es una vacuna que uno la haga de ojo cerrado y vacune a todos los animales de cualquier categoría. Lo ideal son terneros", precisó.
El laboratorio König cuenta con un equipo especializado de veterinarios que asesora a productores y veterinarios en la planificación de los programas de premonición. Este acompañamiento es fundamental para determinar el momento adecuado de vacunación según el grado de infestación del predio y las condiciones ambientales. "Tratemos de evitar la carga de garrapata sobre los animales. En muchos predios la ventana para no tener garrapata se ha achicado tanto que hoy tenemos presencia casi todo el año", explicó.
Por esa razón, el laboratorio recomienda aplicar la vacuna cuando la carga parasitaria se encuentra en su mínima expresión. "Pregonamos que hagan la aplicación cuando esa carga esté baja, porque eso mejora la respuesta inmunitaria y reduce riesgos sanitarios", indicó el especialista.
Interacción con tratamientos garrapaticidas
Uno de los puntos más consultados por los productores es la compatibilidad de la vacuna con los tratamientos químicos tradicionales. Leites aclaró que "no tiene contraindicación la aplicación de la vacuna con un antiparasitario, sea externo o interno". Sin embargo, detalló que el momento de aplicación puede ser decisivo para optimizar los resultados y minimizar riesgos.
"Si tenés un rodeo con carga de garrapata, lo ideal sería hacer primero el tratamiento garrapaticida y esperar unos días a que el rodeo quede limpio, que se le vaya el estrés", explicó. Ese período de descanso permite que, si algún animal presenta un cuadro de tristeza parasitaria por infección natural, se manifieste antes de incorporar la vacuna. "Así evitamos superponer el desafío de la vacuna con una infección activa", puntualizó.
En la práctica, el procedimiento ideal es realizar el tratamiento químico y aplicar la hemovacuna unas tres semanas después, aunque reconoció que "muchas veces se hace difícil tener esa ventana" por la persistencia del parásito durante todo el año. De todos modos, insistió en que un manejo coordinado entre tratamiento y vacunación es clave para maximizar la eficacia del programa de control.