Por Andrés Torterola
En comunicación con CAMBIO, Alicia Guedes, sobrina de Carlos María Alvez, evocó con profunda tristeza el trágico episodio que marcó a su familia. Según relató, el día 20 de enero del año 2020 recibió un llamado inesperado que le informó sobre el asesinato de su tío, un hecho que desde entonces ha quedado grabado como una herida abierta. A pesar que han transcurrido cinco años desde aquel fatídico día, Alicia lamenta que ni la Fiscalía ni la Policía hayan logrado avances significativos en la investigación. “Es muy doloroso saber que después de todo este tiempo no hay pistas ni responsables identificados. Es como si el caso se hubiese desvanecido en el olvido”, expresó.
VULNERABILIDAD E INJUSTICIA
La familia de Carlos María Alvez continúa enfrentando la angustia de no saber quiénes fueron los autores de este brutal crimen. Esta ausencia de respuestas no solo perpetúa el dolor de sus seres queridos, sino que también mantiene en libertad a quienes cometieron el delito, dejando un sentimiento de vulnerabilidad e injusticia en la comunidad “Queremos que se reactive la investigación, que no se abandone la búsqueda de la verdad. Mi tío merece justicia, y nosotros como familia necesitamos cerrar este capítulo con la certeza que se hizo todo lo posible para encontrar a los culpables”, enfatizó Guedes. Este caso pone de relieve la importancia de vigorizar los esfuerzos de las autoridades en los crímenes no resueltos y de brindar apoyo a las familias que aún claman por justicia.
TODOS SE CONOCEN
Carlos María Alvez residía en una vivienda de MEVIR en la tranquila localidad de Cerros de Vera, un pequeño pueblo de menos de 300 habitantes donde, según los vecinos, «todos se conocen». Sin embargo, esta característica de comunidad unida no fue suficiente para evitar el violento asesinato que conmocionó al lugar. Guedes, recordó los dolorosos detalles del caso. Su tío fue brutalmente asesinado con 19 puñaladas, un acto de violencia extrema que aún resuena en el pequeño pueblo. A pesar de la gravedad del crimen, lamentó que, hasta el día de hoy, no se haya avanzado en la investigación. “No se sabe absolutamente nada, ni quién lo hizo, ni por qué. Es como si se lo hubiera tragado la impunidad”, expresó.
PUNTO OSCURO
“Es difícil imaginar que algo tan atroz ocurriera en un lugar donde todos nos conocemos. Mi tío era una persona tranquila que no merecía ese final”, añadió Guedes. El caso de Carlos María Alvez no solo es un reclamo de justicia por parte de su familia, sino también un llamado a las autoridades a reactivar la investigación en un crimen que, para muchos, representa un punto oscuro en la historia del pueblo. Para la comunidad, la sensación que los responsables de este brutal acto permanecen libres genera inseguridad e incertidumbre. La búsqueda de la verdad no solo traerá justicia a su memoria, sino también un mensaje de esperanza y reparación para quienes aún claman por respuestas, indicó.
