El mercado mayorista de tomates en la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM) de Uruguay cerró la semana con una marcada diferencia de precios entre los cultivos de campo abierto y los protegidos bajo estructuras como macrotúneles e invernáculos. A medida que avanzaban los días, la oferta comenzó a reducirse y la calidad general del tomate a deteriorarse, lo que impulsó el valor de los frutos mejor conservados, especialmente aquellos de variedades estructurales como «Larga Vida» y «con cavito». La combinación de menor disponibilidad y mejor presentación generó un aumento de precios hacia el fin de semana.
Los tomates cultivados a la intemperie sufrieron las inclemencias del clima, lo que afectó su apariencia con defectos como rameado, quemaduras solares y sobrecoloración. Estos factores hicieron que su precio se mantuviera en los rangos más bajos del mercado. En contraste, los tomates provenientes de estructuras de protección lograron mayor durabilidad y mejor presentación, atributos que impulsaron su demanda y su valor en el cierre de la semana.
En cuanto a los precios mayoristas con impuestos incluidos, el tomate cherry osciló entre 30 y 55 pesos uruguayos por kilo, mientras que el cherry perita se situó entre 30 y 60 pesos. El tomate oblongo (perita) presentó valores de entre 20 y 45 pesos, y el tomate redondo tipo americano, comúnmente utilizado en mesa, registró precios que variaron entre 15 y 40 pesos por kilo. La fluctuación en los valores estuvo directamente ligada a la calidad y el calibre de los frutos, reforzando la brecha entre los productos de cultivos protegidos y los de campo abierto.
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