El Índice de Precios de la Carne de la FAO inició 2025 con una baja del 1,4%, ubicándose en 117,7 puntos, aunque sigue un 8,1% por encima de enero de 2024.
La caída se debe a la disminución de los precios del ovino, porcino y aves, que contrarrestó el alza en la carne de bovino.
En la Unión Europea, un brote de fiebre aftosa en Alemania provocó restricciones comerciales, generando un excedente de carne de cerdo y presionando los precios a la baja.
Mientras tanto, la abundante oferta de carne de aves, impulsada por costos de producción más bajos en Brasil, también contribuyó a la reducción de precios.
