
Las cardiopatías congénitas son el tipo de defecto congénito más común y afectan a casi el 1 % de los nacimientos. En nuestro país nacen cerca de 450 niños por año con alguna cardiopatía congénita y es una de las primeras causas de muerte en recién nacidos en Uruguay. Los avances en su diagnóstico y tratamiento han mejorado mucho el pronóstico, aunque la preocupación radica en lograr una detección a tiempo. De acuerdo a la información recabada en Salto, la cifra de nacimientos con cardiopatías se mantiene estable con respecto a los últimos 5 años.
DEFECTOS
Algunos defectos cardíacos se pueden encontrar durante el embarazo al observar imágenes de ultrasonido (ecografía) del corazón del bebé en desarrollo. Es un método confiable y sencillo. Por eso ayuda mucho el buen control del embarazo. Otros defectos cardíacos no se detectan hasta el nacimiento a través de pruebas de detección para recién nacidos, o más tarde en la vida, durante la niñez o incluso en la edad adulta. Los niños portadores de cardiopatía congénita tienen mayor probabilidad de ser prematuros (nacer antes de las 37 semanas de gestación).
DIAGNÓSTICO PRECOZ
A medida que avanza la atención médica y el tratamiento, las personas con defectos cardíacos viven vidas más largas y saludables. Esto lleva a que los médicos continúen analizando los problemas de salud y las necesidades a lo largo de la vida para ayudar a las personas que nacen con defectos cardíacos a recibir la atención necesaria en cada etapa de la vida. Si bien los defectos son operados, las personas con cardiopatía congénita muchas veces no están curadas y requieren controles periódicos con especialistas. La detección de defectos cardíacos en los recién nacidos permite que reciban un tratamiento temprano y puede prevenir otros problemas de salud o una muerte prematura.