El precio del maíz acumuló su tercera rueda negativa consecutiva en la Bolsa de Comercio de Chicago, en una jornada donde los especuladores continuaron desarmando posiciones compradas.
Uno de los factores clave en esta tendencia bajista es la expectativa de que en el Foro Anual del USDA se proyecte un aumento en la superficie destinada al maíz para la campaña 2025/2026. «Si se confirma que habrá más hectáreas de maíz, eso significaría una mayor oferta futura y, por ende, presión sobre los precios», explicó un operador del mercado de granos.
A esto se suma la mejora en las condiciones climáticas en Argentina, donde las lluvias recientes podrían beneficiar los cultivos que todavía están definiendo su rinde. En Brasil, la siembra del maíz safrinha se aceleró considerablemente, alcanzando el 53,6% del área prevista, lo que también contribuye a un escenario de mayor producción a futuro.
Pero no solo la oferta pesa en el mercado. Estados Unidos podría aplicar el próximo 4 de marzo aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá, principales compradores de maíz y etanol estadounidense. El anuncio de Donald Trump de que las tarifas «se aplicarán a tiempo y según lo previsto» generó preocupación entre los exportadores, que temen una caída en la demanda si los costos de importación aumentan.
En cuanto a los contratos a futuro, el maíz para marzo cerró en 188,87 dólares por tonelada, con una baja de 1,08 dólares, mientras que la posición de mayo cayó en igual proporción, ubicándose en 194,58 dólares.
