domingo 9 de marzo, 2025
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“Pongamos el foco en los sistemas, no en las personas, que necesitan cambiar”

Desde el año 2015, cada 4 de marzo se conmemora el Día Mundial Contra la Obesidad. La fecha fue instaurada por la Federación Mundial de la Obesidad, y como es habitual en estos casos, pretende sensibilizar a la población sobre los alcances y peligros de este flagelo que cada vez cobra mayor relevancia en la sociedad occidental.
La jornada busca llevar a cabo acciones unificadas que reclamen una respuesta cohesionada e intersectorial a la crisis de la obesidad y cada año, en torno a esta fecha, se movilizan cientos de miles de personas en todo el mundo.
En nuestro país, es la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular (CHSCV) una de las instituciones que más destaque otorga a la jornada. En su web la CHSCV explica que “este año, el lema propuesto es: “Pongamos el foco en los sistemas, no en las personas, que necesitan cambiar” y aclara: “este enfoque, significa analizar y abordar la obesidad, considerando los factores sociales, económicos, políticos y ambientales que lo influyen, en lugar de centrarse solo en las decisiones individuales. Centrar la atención en los sistemas: salud, alimentación, educación, entornos laborales y urbanos, políticas gubernamentales y medios de comunicación.
NO SOLO UNA CUESTIÓN DE VOLUNTAD
De esta manera se reconoce que la obesidad no es solo una cuestión de voluntad personal, sino que está influida por condiciones externas que pueden facilitar o dificultar decisiones saludables. Es una invitación a transformar el entorno para que facilite elecciones en beneficio de la salud.
La publicación de la comisión explica además que “la obesidad es una enfermedad crónica multifactorial, que actúa como un factor de riesgo clave para diversas enfermedades crónicas no transmisibles, tales como: Diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, varios tipos de cáncer, trastornos musculoesqueléticos, además, afecta la calidad de vida, el sueño, la movilidad y la salud mental.
DATOS ALARMANTES
Allí también pudimos acceder a lo que consideran “datos alarmantes”, y se reconoce que a nivel mundial en 2022: “1 de cada 8 personas era obesa. La obesidad se duplicó en adultos y se cuadruplicó en adolescentes desde 1990. El 43 % de los adultos tenían sobrepeso y 16 % eran obesos. Treinta y siete millones de niños menores de 5 años tienen sobrepeso.
En Uruguay, de acuerdo a datos extraídos de la encuesta ENFRENT en 2013: el 64,9 % de la población de 25 a 64 años tenía sobrepeso u obesidad, y 3 de cada 10 personas menores de años eran obesas. Entre los menores de 4 años, el 12,3% de los niños tienen sobrepeso u obesidad.

Causas de la obesidad

El informe de la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular también hace referencia a las causas que ocasionan este flagelo. Según reza en el documento publicado: “Si bien la obesidad puede explicarse por un desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto energético, existen múltiples factores que influyen en su desarrollo: entorno obesogénico (entorno que promueve el aumento de peso); dificultad de acceso a alimentos saludables y seguros; alta disponibilidad de productos ultraprocesados y falta de espacios para la actividad física”.
En cuanto a los factores urbanos y socioeconómicos que inciden en la vida de las personas encontramos la “desigualdad en el acceso a entornos saludables”.
La obesidad tiene un alto impacto en la salud cardiovascular de las personas que la padecen. Es un factor clave en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares (ECV), aterosclerosis, fibrilación auricular, hipertensión y sobrecarga cardíaca, entre otras dolencias.

Ambulancia bariátrica

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La ambulancia bariátrica es aquella que cuenta con equipamiento específico, que permite el traslado seguro y cómodo de pacientes de hasta 300 kg. Entre sus características destacadas incluye una camilla reforzada, que facilita la manipulación segura del paciente, proporcionando mayor comodidad y reduce el riesgo de lesiones para el personal médico; rampas móviles desmontables que facilitan la carga y descarga de pacientes con movilidad reducida, mejorando la eficiencia y seguridad en el traslado; y un motor eléctrico que permite elevar la camilla con el paciente de manera eficiente y reduciendo la exigencia física del personal.
Una ambulancia de estas características fue incorporada en Montevideo por el centro UCM Falck de medicina asistencial privada, que si bien se ubica en la capital garantiza operatividad a cualquier punto del país. «Los pacientes con obesidad mórbida presentan una serie de desafíos médicos y logísticos que no pueden ser resueltos con una ambulancia convencional. Desde la dificultad para obtener accesos venosos hasta la necesidad de equipos de mayor dimensión, cada detalle cuenta para garantizar una atención de calidad», explicó el Dr. Carlos Montoya, gerente asistencial.