lunes 10 de marzo, 2025
  • 8 am

Muerte de ovinos en Colonia por intoxicación por Pascalia glauca

En febrero de 2025, en un establecimiento ovino de Colonia, 197 ovejas fueron confinadas temporalmente en un potrero de 2,8 hectáreas para realizar trabajos en la manga, sin saber que el rastrojo, invadido casi en exclusiva por la planta venenosa Pascalia glauca, se convertiría en la única fuente de forraje. En menos de 36 horas, la ingesta accidental de esta planta produjo signos neurológicos agudos que culminaron en la muerte del 2,6% de los animales, lo que ha impulsado a productores y veterinarios a redoblar esfuerzos en la prevención de futuros incidentes.
La planta, nativa del cono sur de Sudamérica y conocida por nombres tan variados como sunchillo, espanta colono o mata sapo, se extiende por países como Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, donde se ha detectado en departamentos como Colonia, San José, Montevideo, Río Negro y Soriano. Pascalia glauca crece en manchones y se propaga mediante rizomas, ejerciendo un efecto alelopático que inhibe el crecimiento de otras especies, lo que la hace particularmente invasiva en zonas intervenidas como caminos, corrales y campos de cultivo.
El factor determinante en la toxicidad de esta especie es el atractilósido, un compuesto capaz de inducir una hepatotoxicidad aguda y fatal en dosis sorprendentemente bajas. Estudios indican que la ingesta de tan solo 4 a 5 gramos de materia seca por kilogramo de peso corporal puede ser letal para rumiantes, aunque algunas investigaciones sugieren que dosis aún menores pueden provocar consecuencias irreversibles. Los animales afectados presentan un cuadro clínico de rápida evolución que incluye agresividad, hiperexcitabilidad, incoordinación, convulsiones y otros signos neurológicos que, en la mayoría de los casos, terminan en la muerte.
El brote en Colonia se produjo en un contexto de encierro, donde la escasez de forraje alternativo obligó a las ovejas a consumir el único recurso disponible, contaminado por Pascalia glauca. A pesar de que la medida inmediata de retirar al ganado del potrero se implementó de forma expedita, el daño ya se había sellado en aquellos ejemplares expuestos a la planta. La situación pone de manifiesto la importancia de inspeccionar minuciosamente las áreas de pastoreo y las reservas forrajeras, especialmente en épocas en las que la planta está presente en su fase aérea.
La experiencia en brotes anteriores, especialmente en Argentina donde se han registrado episodios con numerosas muertes en bovinos, ha llevado a la comunidad científica a enfatizar la necesidad de adoptar medidas preventivas rigurosas. La capacitación de productores, veterinarios, agrónomos y técnicos para identificar a tiempo Pascalia glauca es esencial para evitar que estas situaciones se repitan. Las recomendaciones incluyen evitar que el ganado paste en zonas invadidas, inspeccionar fardos de heno y, en algunos casos, recurrir a alternativas de control químico mediante asesoría especializada.