Luego de tres semanas de caídas, el trigo registró un repunte en EE.UU. impulsado por factores financieros, comerciales y climáticos. Sin embargo, la incertidumbre persiste en el mercado.
El ajuste de posiciones de los fondos de inversión y la devaluación del dólar frente al euro mejoraron la competitividad de las exportaciones estadounidenses. Además, un acuerdo con México postergó hasta abril la aplicación de un arancel del 25%, brindando alivio a los operadores. No obstante, China impuso un arancel del 15% al trigo estadounidense, restringiendo su acceso a ese mercado clave.
Las Grandes Planicies de EE.UU. muestran déficit de humedad, lo que podría afectar la oferta futura. En el ámbito internacional, las exportaciones rusas se desaceleraron debido a márgenes negativos, reduciendo la competencia en el mercado global y favoreciendo los precios del trigo estadounidense. Además, la caída en las existencias domésticas de EE.UU. refuerza la percepción de una oferta más ajustada.
A pesar del repunte, persisten señales de preocupación. Según el USDA, los embarques de trigo alcanzaron 216.173 toneladas en la última semana, muy por debajo del promedio anterior y de las expectativas del mercado.
Contratos:
Los contratos de mayo en Chicago cerraron en US$ 206,66, subiendo US$ 4,13 por tonelada, en tanto que en Kansas la suba fue de US$ 5,05, cerrando en US$ 212,54
