INIA-GRAS: Se destaca la buena disponibilidad de agua en el perfil del suelo

El Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), a través del área de Sistemas de Información y Transformación Digital de la Unidad GRAS, pone el foco en el monitoreo agroclimático, ofreciendo información clave para las decisiones de los productores. La Ing. Guadalupe Tiscornia destacó cómo el buen nivel de humedad en los suelos, en la actualidad, ofrece una perspectiva alentadora a corto plazo para el sector agropecuario.
Según Tiscornia, el trabajo de GRAS se centra en la generación y difusión de datos relevantes, incluyendo el monitoreo de variables agroclimáticas y las perspectivas climáticas. El último verano, se han generado varios desafíos desde el punto de vista climático, que comenzó con «situaciones de déficit hídrico en varias zonas del país, especialmente en el sur y en algunas áreas del norte, con falta de agua en los suelos». Enero fue un mes particularmente difícil, con «escasas lluvias y temperaturas elevadas».
No obstante, la situación experimentó una mejora importante en febrero, cuando «el contenido de agua en el suelo se recuperó en casi todo el país». Esta recuperación hídrica ha tenido un impacto directo y positivo en los cultivos. «Por suerte, el buen nivel de humedad en los suelos permitió que los cultivos -especialmente los maíces de segunda y la soja- pudieran recuperarse después del estrés hídrico de enero».
Esta reserva de agua en el perfil del suelo es crucial para la estabilidad del sector a corto plazo. Tal como señaló la ingeniera, «el crecimiento de los forrajes ha sido favorable, con acumulados interesantes según los monitoreos que realizamos en La Estanzuela». Esta condición garantiza que «la situación forrajera no será tan crítica en el corto plazo».
Si bien el panorama general es positivo gracias a la humedad del suelo, existen algunas excepciones. Tiscornia mencionó que, en Artigas, «las precipitaciones quedaron por debajo de lo normal» en febrero. Además, las perspectivas climáticas para los próximos meses indican que «solo en el norte se observa una mayor probabilidad de que las lluvias estén por debajo de lo normal y las temperaturas por encima del promedio». Para el resto del país, la ausencia de señales claras de anomalías climáticas se considera una buena noticia a corto plazo.