lunes 7 de abril, 2025
  • 8 am

En la agonía del final, Progreso se subió a la cima

Alvaro Lima

Progreso venció por mínima diferencia a Saladero con un gol agónico, y consiguió así ser puntero en soledad al término de la cuarta fecha.
En la primera parte del encuentro pasó poco y nada. Ambos mostraron un alto nivel de intensidad que. por momentos, se tradujo en fricción, pero no supieron generar juego. Saladero apostó al juego por banda, pero su propia impericia, más la sólida defensa adversaria, se encargaron de frustrar cada uno de sus ataques.
Por el otro lado, la banda roja apostó al juego directo, fundamentado principalmente en la velocidad de Dávila y los aportes de Rivero, pero esto tampoco constituía un mérito suficiente para romper el cero.
El inicio del segundo tiempo, para decepción de los presentes en el Dickinson, tampoco fue muy distinto. Los dos peleaban más de lo que jugaban, y evidenciaban serios problemas a la hora de intentar doblegar a la defensa rival, convirtiendo a las imprecisiones en figura del cotejo y a este último en un bodrio.
Fue recién promediando el 66′, y a partir de una transición rápida, que aparecería la primera acción con peligro de gol, pero una gran intervención de Cardona le negó el grito a Rivero.
Los minutos siguientes a esta incidencia fueron algo más interesantes, ya que el elenco de Lima adelantó sus líneas y empujó, aunque sin claridad, en busca del triunfo, lo que liberaba espacios en su defensa para los contraataques de Progreso. Este trámite del final le aportó una buena dosis de dramatismo al pleito, con aproximaciones de ambos bandos y acciones como la del 89′, en la cual Rivero se aprovechó de la pasividad del fondo saladeril, y marcó el tanto definitivo que hizo delirar a los suyos.
Lautaro Rocha