Por Dr. Fulvio Gutiérrez
En el escaso tiempo que el actual gobierno está dirigiendo los destinos de nuestro país, he notado que la Vicepresidenta de la República se está excediendo en el papel que, como tal, le corresponde. A través de los medios de comunicación, se la ve siempre al lado del Presidente Orsi, ya sea en actos de gobierno (incluso en el Consejo de Ministros, aunque no lo integra) o en los diversos actos vinculados al protocolo oficial.
Sin que ello signifique una violación de norma jurídica alguna, es evidente que, por su condición de Vicepresidenta de la República, tiene que cumplir otro papel, que es el que está establecido en la Constitución de la República, y que se concentra en sus facultades y competencias que le están asignadas en el Poder Legislativo.
Comprendo sí que, por su carácter y personalidad, la Sra. Cosse siempre se ha ingeniado por estar presente diariamente en los medios de comunicación (lo hizo siendo Intendenta de Montevideo), cuando su papel, no es estar con el Presidente, sino en el lugar del Presidente, si las circunstancias motivaran la ausencia de éste. Se me podrá decir que ese es su estilo muy personal, tal vez fruto de una actitud de soberbia, y que en definitiva no perjudica a nadie. Sí, es cierto.
Pero atendiendo a la importancia del cargo que está ocupando, parece lógicoque su papel debe ajustarse a las previsiones constitucionales, que son muy claras y muy precisas, y no a sus caprichos personales. La institucionalidad del cargo, así lo impone.
Si hacemos una síntesis de lo que establece la Constitución, podemos comprobar que el estatuto jurídico de la Vicepresidencia es el siguiente:
-a)-El Vicepresidente se elige cada cinco años conjuntamente con el Presidente (es lo que se denomina la “fórmula”), en elecciones nacionales, por mayoría de votos, ya sea en primera vuelta o en segunda vuelta.
-b) La prohibición de su reelección, se da cuando el Vicepresidente haya desempeñado el cargo de Presidente por más de un año, o cuando haya ejercido el cargo, durante los tres meses anteriores a la elección.
-c) Ocupa el cargo de Presidente en casos de vacancia temporal o definitiva de la Presidencia, con sus mismas facultades.
-d) No es un órgano, porque como Vicepresidente carece de competencias propias. Al ejercer la Presidencia, entonces, deja de ser Vicepresidente y asume las competencias que tiene el Presidente. Además, la Constitución establece que el Vicepresidente desempeñará la Presidencia de la Asamblea General y de la Cámara de Senadores. Como tal, entonces sí tiene las competencias que corresponde a tales cargos. Es decir, en el Uruguay no hay un “número 1” que sería el Presidente, y un “número 2” que sería el Vicepresidente. Es más, el Vicepresidente pertenece al Poder Legislativo, y el Presidente al Poder Ejecutivo.Por otra parte, tiene otra competencia establecida por la Ley No. 16.821 de 23/4/997, que establece que el Vicepresidente, es el presidente de la Comisión Administrativa del Poder Legislativo.
Como señaló Oscar A. Botinelli (Portal Factum. 2009. ¿Cuál es el rol del vicepresidente?), “En buen romance la función titular y permanente del Vicepresidente de la República es una sola: la de presidente de la rama alta del Parlamento y del Parlamento en su conjunto. Es pues la cabeza del Poder Legislativo, poder separado e igual al Poder Ejecutivo. No es miembro del Poder Ejecutivo y ordinariamente nada tiene que ver con él. Su otra función es la de suplente del presidente de la República, y como cualquier suplente tiene las atribuciones de dicho cargo cuando los ocupa, oportunidad en que queda separado de la función parlamentaria.
No hay pues confusiones jurídicas: el vicepresidente de la República es la cabeza del Poder Legislativo, no integra el Poder Ejecutivo, y cuando pasa a integrarlo en ese tiempo nada tiene que ver con el Legislativo. Su relación con uno u otro poder es alternativa y nunca simultánea”. Por lo tanto, sería bueno que la Vicepresidenta Cosse, concretara su actividad a la competencia que tiene. Nada más. Y que esa competencia que sí tiene, la cumpla correctamente, porque hasta ahora, ha demostrado no estar preparada para dirigir los órganos parlamentarios.
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