martes 27 de mayo, 2025
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Una lucha constante por la salud pública

Colegio Médico del Uruguay
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Colegio Médico del Uruguay

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Dr. Ramón Soto
Colegio Médico del Uruguay
Consejo Regional Norte
El día 31 de mayo se celebra el día internacional del aire sin humo de tabaco, instado por la Organización Mundial de la Salud.
Uruguay ha sido, durante las últimas dos décadas, un referente global en la lucha contra el tabaquismo. Desde la promulgación de la Ley 18.256 en 2006, el país se ha colocado a la vanguardia en la implementación de políticas públicas firmes y coherentes para reducir el consumo de tabaco y proteger la salud de su población.
Impulsadas por el entonces presidente Tabaré Vázquez, médico oncólogo con una fuerte convicción en la prevención de enfermedades, las medidas incluyeron la prohibición total de fumar en espacios públicos cerrados, la eliminación de la publicidad de cigarrillos en todos los medios y la incorporación de advertencias sanitarias con imágenes impactantes en los paquetes. También se limitó el diseño de las cajillas, eliminando elementos de marca atractivos, y se promovió el acceso a tratamientos de cesación tabáquica.
Gracias a estas políticas pioneras, la prevalencia de fumadores en el país disminuyó notablemente. En 2006, aproximadamente el 33% de la población adulta fumaba. Hoy, esa cifra ha bajado a cerca del 18%, según datos recientes del Ministerio de Salud Pública (MSP). El descenso ha sido especialmente notorio en la población femenina y en jóvenes mayores de 25 años.
Pero el escenario actual plantea nuevos desafíos. El auge de dispositivos electrónicos de nicotina, como los cigarrillos electrónicos y los vaporizadores, ha generado una nueva amenaza, especialmente entre adolescentes y jóvenes. A pesar de que Uruguay prohíbe su importación y comercialización desde 2009, su acceso no ha desaparecido: redes sociales, comercio informal y compras por internet han facilitado su llegada al país.
Organizaciones de salud han señalado que la industria tabacalera ha cambiado su estrategia: en lugar de abandonar el mercado, se ha adaptado, promoviendo productos que apelan a la tecnología y al estilo de vida moderno. “El marketing de estos dispositivos apunta directamente a los adolescentes, con sabores atractivos, diseños llamativos y una estética que disimula su relación con el tabaco”, agrega Bentancor.
Nos consta que en los trabajos realizados en Escuelas, UTU, y Liceos del país, la inquietud constante en niños, niñas y adolescentes es sobre los cigarrillos electrónicos.
La histórica disputa legal entre Uruguay y la multinacional Philip Morris también marcó un punto de inflexión. En 2010, la tabacalera demandó al país ante un tribunal internacional, alegando que las regulaciones antitabaco violaban tratados de inversión. El caso culminó en 2016 con un fallo histórico favorable a Uruguay, que no solo fortaleció sus políticas, sino que alentó a otros países a seguir su ejemplo.
A pesar de los avances, el tabaco sigue siendo responsable de más de 4.000 muertes al año en Uruguay (entre 13 y 15 muertes al día). Entre las principales consecuencias figuran el cáncer de pulmón, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y afecciones respiratorias crónicas como la EPOC. El impacto económico también es considerable: el costo sanitario del tabaquismo supera ampliamente la recaudación fiscal generada por su venta.
En la actualidad, el MSP continúa promoviendo campañas de concientización, talleres educativos en liceos y centros de salud, subsidios para tratamientos de cesación tabáquica y controles más estrictos sobre la venta de cigarrillos a menores. Además, se discute en el Parlamento un nuevo aumento del impuesto al tabaco, como medida disuasoria y fuente de financiamiento para programas de prevención.