jueves 19 de junio, 2025
  • 8 am

Las tecnologías están armadas para el ovino y deberían ser «para la gente que trabaja con la oveja»

El Dr. Sergio Fierro, técnico del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), señaló que este «ha sido un año desafiante desde el punto de vista sanitario, con importantes mortalidades en categorías jóvenes, principalmente por parasitosis y problemas nutricionales». En ese contexto, destacó que los establecimientos que siguen un plan sanitario estructurado -aunque ajustable- logran mejores resultados. Citando como ejemplo, el caso del Pietín, el profesional indicó que «uno ve la diferencia donde se viene trabajando de forma planificada, incluso sin erradicar del todo, pero con control».
El bajo nivel de adopción del plan contra esta afección fue objeto de un proyecto en conjunto con Facultad de Agronomía, que ahora busca financiamiento. «Queremos entender por qué la adopción sigue siendo baja, y seguramente nosotros, los técnicos, tenemos responsabilidades en cómo transmitimos y planteamos las tecnologías», reconoció. En ese sentido, sostuvo que «a veces la tecnología está armada para la oveja, y quizás deberíamos diseñarla para la gente que trabaja con la oveja».
Uno de los focos actuales, en este momento del año, es el uso de la ecografía en ovinos. Fierro resaltó que no solo permite detectar gestaciones múltiples, sino también planificar el manejo reproductivo de forma precisa. «La información que brinda la ecografía va mucho más allá del simple conteo de mellizos», explicó. «Si queremos mejorar la señalada y aumentar la producción de carne, tenemos que identificar qué ovejas portan más de un cordero y actuar en consecuencia», dijo.
Además de distinguir entre gestaciones simples o múltiples, la ecografía permite clasificar los partos por fecha, lo que ayuda a ordenar el manejo de las majadas. «No es lo mismo tener mil ovejas pariendo a la vez, que poder anticipar y organizar por picos de parto», señaló. Esta práctica permite reducir el estrés animal, mejorar los tratamientos sanitarios previos y minimizar riesgos como la bichera, al adelantar la señalada.
Respecto al diagnóstico parasitario, Fierro indicó que el sistema FAMACHA y el recuento de HPG (huevos por gramo de materia fecal) están siendo cada vez más utilizados por productores. «Los años complicados demuestran que la observación visual o las dosificaciones estratégicas no alcanzan», sostuvo. En ese marco, subrayó la importancia de diagnosticar la resistencia antihelmíntica, una práctica aún incipiente pero clave para seleccionar drogas efectivas.
Fierro se mostró optimista: «a veces se dice que no se adopta tecnología, pero lo que pasa es que los casos exitosos se mencionan poco. Cuando el productor ve resultados concretos, adopta». Y concluyó con un mensaje claro: «Tenemos que seguir trabajando para que la tecnología llegue de la mejor manera a quienes la aplican».