domingo 13 de julio, 2025
  • 8 am

De a pie

César Suárez
Por

César Suárez

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Por el Dr. César Suárez
Seguramente el medio más antiguo de la humanidad para el desplazamiento son los pies que en condiciones de normalidad permiten el traslado de toda la humanidad de una persona a la distancia suficiente para cumplir con las necesidades elementales personales y comunitarias, conseguir alimentos, cazar, trasladar insumos para construir refugios y así parece haber sido de esa manera por miles de años, a marcha normal, se puede llegar al entorno de 5 km por hora y corriendo a máxima velocidad se pueden superar los 30 km por hora pero a esa velocidad las energías se agotan rápido.
La inteligencia humana fue encontrando en forma progresiva maneras de traslado diferentes, primero, domesticando animales para poderlos usar de vehículos, evitar el cansancio y cubrir mayores distancias, (el traslado sobre un caballo mejora significativamente la velocidad y la resistencia) también usaron el agua como plataforma de desplazamiento a través de distintos tipos de embarcaciones que se fueron sofisticando en el tiempo aprovechando las virtudes de la naturaleza como el viento y las corrientes pero la tracción a sangre siguió siendo la fuerza fundamental hasta no hace tanto tiempo.
Recién al inicio del año 1800 comenzaron a funcionar barcos a vapor y cercano al 1900, los motores a combustión con una evolución sorprendente en estos últimos 150 años donde un vehículo es un insumo corriente en la mayoría de las familias (motos, autos, camionetas, camiones, ómnibus) además de la proliferación de sofisticados vehículos de transporte aéreo.
La gente en general, ya casi no camina cualquier calle está llena de vehículos y las principales ordenan su tránsito a través de semáforos y así y todo se multiplican los accidentes porque las calles, en su momento no fueron diseñadas para esta proliferación inusitada de vehículos a la que nadie hubiese imaginado que iban a transitar tantos en forma simultánea.
No recuerdo con exactitud, pero hacer más de 20 años porque fue durante el último gobierno Municipal del Escribano Malaquina que intentando ordenar el tránsito se cambió el flechado de las calles céntricas principales de la ciudad, entre ellas, la calle Artigas y Rivera y se instalaron las balconeras de la calle Uruguay.
Yo que vivo en la calle Artigas entre Las Piedras y Michellini, previo a los cambios, tenía establecido mi circuito, salía desde Artigas hacia el este, en la próxima esquina doblaba por Michellini, luego iba hacia al centro por Rivera hasta 25 de Agosto y directo al hospital, o seguía por Rivera hasta la calle 33 Orientales y por esta hasta Artigas y directo al Centro Médico. Después me dieron vuelta todo, para volver a mi casa en auto, salía del Centro Médico por Artigas hacia el centro, hasta 33 orientales, transitar por 2 cuadras hasta Brasil, de ahí hasta la calle Gutiérrez Ruiz, por esta, de nuevo hasta Artigas y al fin, llegar a mi casa, pasaba por 14 semáforos, realmente complicado, tanto que resolví volver a la raíces, tal como se hacía cuando los pies eran el único medio de transporte e ir a todos lados caminando a nivel de la ciudad y adoptar el hábito en forma rutinaria y me di cuenta que podía a todos lados caminando , además de caminar por el placer de hacerlo y cumplir una rutina diaria de caminata como un compromiso conmigo mismo.
No puedo entender como las personas salen a hacer un mandado a 2 cuadras y se suben a un vehículo y después, de acuerdo al flechado de las calles, hacer un montón de cuadras para volver, ver crecer las panzas y agitarse al subir una escalera o un leve repechito.
Si llegó a terminar de leer esta columna, agarre coraje, respire hondo y arranque a hacer ruta con lo que la naturaleza generosamente le concedió, un par de piernas, todo el resto del organismo se lo agradecerá.