
En el marco del Día del Padre, resulta oportuno buscar la opinión de diferentes generaciones y realidades familiares que compartieron sus experiencias sobre la paternidad actual. Testimonios que revelan coincidencias y contrastes que retratan los desafíos de ser padre en 2025. No solo un deber que recae en la educación y formación, sino en el acompañamiento y en el diálogo sobre todo cuando se es padre de adolescentes con todo lo que implica el mundo actual.
PRESENTES
Marcos Monetta, padre de dos adolescentes, define la paternidad actual como «un ejercicio diario lleno de exigencias y desafíos». Su principal preocupación gira en torno a la invasión digital: «Hay mucho mundo virtual y poco mundo real». Para Monetta, la tecnología no solo influye en la crianza, sino que impone tendencias que chocan directamente con las buenas costumbres tradicionales. «Se perdió hasta la predisposición a saludar, pedir permiso o dar las gracias. Las cabezas navegan en otro mundo, atrapadas por las redes», lamenta. Como padre de jóvenes que oscilan entre la adolescencia y la adultez temprana, Monetta enfatiza que «ser padre de adolescentes es todo un desafío: hay que conectarse y estar presente cada día». Su estrategia pasa por mantener el diálogo constante y la presencia activa, resistiendo la tentación de que las pantallas dicten las reglas familiares.