domingo 13 de julio, 2025
  • 8 am

Prepararse hoy para preñar mañana: claves para enfrentar el invierno en el rodeo de cría

El mensaje del Ing. Agr. Esteban Montes, técnico del Instituto Plan Agropecuario, es claro «el próximo entore se juega en el otoño». Con esa premisa, Montes indicó que las decisiones de manejo deben pensarse siempre con una visión anticipada, destacando que el ganado de cría «después del invierno, deben llegar al parto con condición 4 en las multíparas y 5 en las primíparas, que es lo deseable. Es con esos valores que tenemos mayor probabilidad de que se vuelvan a preñar», explicó.
Si bien los conceptos de manejo reproductivo no han cambiado significativamente, el técnico señaló que las condiciones climáticas y comerciales de cada año obligan a revisar estas prácticas. En esta zafra, muchos productores optaron por dejar los terneros al pie de las vacas durante más tiempo, en busca de mayores kilos o mejores precios. Pero esta decisión, lógica en términos de mercado, tiene consecuencias productivas. «Podemos estar en una situación donde, venimos con un atraso en el destete, y también hay un atraso en los diagnósticos de gestación», advirtió.
Montes recomendó avanzar con el diagnóstico de gestación y la clasificación de los vientres por condición corporal cuanto antes, para ajustar las estrategias de manejo. Si hay pasto disponible, enfatizó que debe usarse de manera eficiente. «Si tenemos pasto, es como tener fardo en pie. Entonces busquemos alguna forma de utilizarlo bien» indicó. En ese sentido, sugirió evaluar la consistencia de la bosta para ajustar la dieta: «Si la bosta es dura, agreguémosle algún proteico al rumen para que pueda digerir mejor ese volumen de forraje».
Una de las oportunidades del invierno, según el especialista, es mejorar la condición corporal de los vientres más comprometidos, sobre todo aquellos que vienen flojos por no haber sido destetados a tiempo. «Una vaca, una vez que le sacamos el ternero y le damos volumen de forraje más algo de proteína, enseguida empieza a recuperar condición corporal», subrayó.
Montes también recordó que la recría debe recibir un manejo específico y planificado desde ahora, con vistas al próximo ciclo reproductivo. «La vaquillona que vamos a entorar en el próximo entore hoy tiene que estar pesando 300 kilos. A muchos les puede parecer mucho, pero es lo deseable para poder empezar bien», explicó y agregó: «no esperemos a último momento para agregarle los kilos, porque si engordamos esa vaquillona rápido, desde el punto de vista reproductivo no acompaña, y vamos a tener problemas».
El técnico insistió en que el objetivo debe ser que la vaquillona esté ciclando al inicio del entore, de modo que se preñe temprano y mantenga un calendario productivo adecuado durante toda su vida útil. «Si se nos preña tarde en el primer entore, no la vamos a acomodar más», advirtió.
Frente a este escenario, el llamado fue a la acción temprana. «Tenemos que empezar ahora, pesar los ganados, analizar qué medidas tomar y definir cuáles son las vaquillonas que pueden llegar al objetivo», recomendó. Y, en función de ese diagnóstico, decidir el destino de aquellas que no cumplan con los requerimientos mínimos. «No podemos esperar a la primavera o al inicio del entore para hacer esos ajustes. Ya va a ser tarde», concluyó.