
Por Melisa Ferradini.
Hoy domingo 13 de julio celebramos el Día del Padre, una fecha que invita no solo al homenaje, sino también a la reflexión. ¿Qué significa ser padre hoy? ¿Cómo ha cambiado ese rol con el paso del tiempo y los desafíos de la vida actual? La Licenciada en Psicología Natalia Siquera comparte con CAMBIO, una mirada profunda y sensible sobre la paternidad contemporánea, sus luces y sombras, sus transformaciones y su importancia en el desarrollo emocional de los hijos e hijas. Un aporte valioso para pensar el vínculo desde el amor, la presencia y la responsabilidad. También el impacto de la figura paterna en el desarrollo emocional de niños, niñas y adolescentes.
SER PADRE HOY
“Ser padre hoy implica mucho más que cumplir funciones tradicionales. Es encontrarse en un lugar de satisfacción emocional, pero también asumir un gran desafío: educar, guiar, orientar y potenciar el desarrollo saludable de los hijos e hijas en un mundo de cambios vertiginosos”, relata la Licenciada. “Vivimos en una sociedad en permanente transformación, donde los estilos de crianza de antaño ya no resultan aplicables. La rigidez autoritaria que marcó generaciones pasadas ha dado paso a vínculos más conscientes, donde el hijo ya no es visto como objeto de obediencia, sino como sujeto de derechos y afectos”, señala. Ser padre no es algo para lo que uno esté formado previamente; se aprende con cada paso, con cada problema, con cada improvisación. Pero esta tarea puede enriquecerse con acompañamiento, orientación y apertura emocional.
EL VÍNCULO: LO FUNDAMENTAL
Continuando con su relato nos dice; lo fundamental es el vínculo. Esa relación que se construye día a día entre el padre y su hijo o hija. Un vínculo que da seguridad, confianza y estructura emocional. En muchos casos, la ausencia de esa figura puede dejar huellas de tristeza o soledad que requieren abordajes psicoterapéuticos adecuados. El padre, como figura diferenciadora de la madre, cumple una función única en la construcción del mundo interior del niño. Facilita el acceso al lenguaje, a lo simbólico, ayuda a salir de la fusión con la madre y habilita otras formas de explorar la realidad. Muchos padres se sienten inseguros, con miedo de no estar a la altura, especialmente aquellos separados o con escaso tiempo de convivencia con sus hijos. A veces basta una instancia de escucha o una sesión de psicoeducación para aliviar culpas y ordenar expectativas.
FIGURA PATERNA
“El desarrollo emocional sano de niños y adolescentes depende en gran parte de figuras paternas presentes, afectivas y coherentes. No se trata de la cantidad de tiempo, sino de la calidad del vínculo, de las miradas compartidas, del juego, de la contención emocional”, detalla. La profesional en este Día del Padre invita a pensar, a pensarse, a celebrar desde el afecto y no desde lo comercial. Es una oportunidad para reflexionar: ¿Cómo estoy ejerciendo mi rol? ¿Qué recuerdos estoy dejando en mis hijos? ¿Estoy acompañando desde el amor, el respeto y la presencia real?… “La paternidad es ternura, es guía, es disfrute, es dejar huellas positivas en la vida de los hijos e hijas.