
«Arrancamos un 11 y 12 de julio de 2001, en plena aftosa, con algo que no sabíamos si iba a funcionar o no, y la verdad que ha sido todo un éxito», expresó José Ignacio Aramburú, presidente de Plaza Rural, al abrir el remate aniversario número 307. Con la colocación de 13.707 vacunos, equivalentes al 96,87% de la oferta total, el consorcio celebró su 24° aniversario con dos jornadas de intensa actividad, firmeza de mercado y subas generalizadas en todas las categorías.
Aramburú resaltó la evolución del consorcio desde su fundación. Recordó que en los primeros años se trabajaba con grabaciones en VHS, sin transmisiones en vivo, y que actualmente, gracias a la tecnología y nuevas herramientas comerciales, el sistema ha ganado confianza. Destacó que Plaza Rural paga al contado al vendedor, ofrece plazos de hasta seis meses al comprador con crédito aprobado, y cuenta con respaldo operativo y garantías comerciales: «compras asegurado, y si algo sale mal, Plaza te lo arregla».
Primera jornada: dinamismo en la reposición y vacas de invernada
Durante el primer día, las categorías de reposición dominaron la escena con una demanda activa y precios al alza. «Fue un primer día muy exitoso, muy dinámico, con subas en todas las categorías», destacó Francisco Anselmo Cánepa, integrante del escritorio Rubén F. Cánepa. Agregó que la calidad de la oferta fue un factor determinante: «Muy buenos ganados, muy buena mercadería; la gente sigue apostando a la producción y a la invernada».
El mercado de terneros mostró una sólida colocación. Se vendieron terneros de hasta 140 kilos a un promedio de US$ 3,55 por kilo en pie, con máximos de US$ 3,70 y mínimos de US$ 3,18, alcanzando un valor promedio por bulto de US$ 417,99. En la franja de 140 a 180 kilos se colocaron a un promedio de US$ 3,18 por kilo y un valor por cabeza de US$ 519,30, mientras que los terneros de más de 180 kilos se comercializaron en un promedio de US$ 2,96 por kilo y US$ 587,25 por bulto. La categoría general de terneros promedió US$ 3,04 por kilo y US$ 556,40 por cabeza.
Los terneros y terneras se pagaron a US$ 2,81 por kilo, con valores extremos de US$ 3,35 y US$ 2,40, para un valor promedio por bulto de US$ 481,51. En tanto, los lotes mixtos de más de un año promediaron US$ 2,38 por kilo en pie y US$ 593,04 por animal.
En novillos, se comercializaron los de uno y dos años a un promedio de US$ 2,77 por kilo, con máximos de US$ 2,90 y mínimos de US$ 2,60, alcanzando un valor promedio por cabeza de US$ 831,02. La categoría de novillos de dos a tres años promedió US$ 2,67 por kilo y US$ 1.026,09 por bulto. En tanto, los novillos de más de tres años se vendieron a un promedio de US$ 2,56 por kilo, con valores extremos de US$ 2,56, totalizando US$ 1.233,92 por cabeza.
También se colocaron ejemplares Holando a US$ 1,95 por kilo y US$ 799,37 por animal. Finalmente, en esta primera jornada se vendieron las vacas de invernada a un promedio de US$ 2,03 por kilo, con máximos de US$ 2,13 y mínimos de US$ 1,90, y un valor por bulto de US$ 792,10.
Segunda jornada: fuerte puja en vientres y cría
El segundo día tuvo como protagonistas a los ganados de cría y a los ovinos, donde se observó una puja activa y valores al alza. Alejandro Zambrano Zerbino, director de Zambrano & Cía., analizó que «era esperable un buen remate, pero algunos vendedores tenían expectativas altas. Por suerte eso no se trasladó al mercado y se logró una colocación casi perfecta». Destacó especialmente el interés por los vientres preñados: «Fue la categoría más voluminosa y una de las más demandadas, con varios interesados por lote».
En cuanto a los datos, se vendieron terneras con un promedio de US$ 2,84 por kilo, un máximo de US$ 3,55 y un mínimo de US$ 2,41. El valor promedio por cabeza fue de US$ 511,69. Las vaquillonas de uno a dos años promediaron US$ 2,62 por kilo y US$ 697,72 por bulto, mientras que las de más de dos años alcanzaron un promedio de US$ 2,38 por kilo y US$ 754,06 por animal.
En vientres preñados, la categoría de mayor volumen, se comercializaron con valores entre US$ 740 y US$ 1.210 por bulto, promediando US$ 945,83. En vientres entorados se colocaron a un promedio de US$ 776,14, con precios de entre US$ 700 y US$ 836. Las piezas de cría se vendieron en un rango de US$ 475 a US$ 587, con un promedio de US$ 524,03. Las vacas de pedigrí promediaron US$ 1.410, con máximos de US$ 1.820 y mínimos de US$ 1.060.
Fernando Indarte Gianoni, director de Indarte y Cía., destacó que «el remate aniversario no decepcionó y fue otro excelente evento de principio a fin». Subrayó la firmeza general: «Fue predecible, con gran avidez y correcciones al alza». Al analizar la relación entre precios de reposición y el ganado gordo, indicó que «hoy se manejan relaciones flaco-gordo de 1 a 10 o 1 a 12, cuando en otros años llegamos a 1 a 40». A su juicio, «el negocio es genuino, y eso está muy bueno, tiene que ser así».
«Los vientres vacíos, los preñados y la pieza de cría también mostraron correcciones positivas», afirmó. Valoró además el contexto: «Quedamos súper conformes con este remate, trabajando y festejando en un gran momento para la ganadería».
En cuanto a los ovinos, se colocaron 312 corderos y corderas a US$ 49 por animal, en tanto que no se ofrecieron ovejas de cría con cordero al pie.