Por Karina De Mattos.
Dialogamos con el artista Diego Santurio, autor de la obra escultórica que se instaló en el ingreso al Hospital Regional de Salto a modo de homenaje al colectivo de la salud y a las 305 personas que perdieron la vida como consecuencia del coronavirus.
-¿De dónde provino la inspiración a la hora de realizar esta obra?
-Es un tema bastante complejo, sobre todo porque es una situación compleja porque es una situación que aún está abierta. Me parece que esta situación de atención va a durar en el tiempo, sobre todo hasta que no termine esto de mutar. Creo como artista que abarcar este proyecto desde el lugar histórico, desde la intención de dejar algo que quede de referencia, que marque una época, esto que se vivió, que no sabemos hasta cuándo se va a vivir y esperemos que se detenga, que convivamos con él como con otras enfermedades. La humanidad ha sido muy golpeada con esto, creo que el arte históricamente siempre ha ido acompañando los momentos de cambios y acontecimientos importantes. Otra cosa muy importante es el público al que llegan muchas personas, no sé los miles de personas que pasan por acá en el año. Personas que generalmente no están acostumbradas a circuitos artísticos, ni galerías, ni museos, entonces la obra pública tiene eso de poder llegarle a la gente o que la gente se encuentre con eso.
-Toda obra deja un mensaje ¿Cuál sería el de este memorial?
Es importante dejar mensajes, la idea de la obra es un poco conceptualmente compuesta por varios elementos que están unidos entre sí, que están conteniendo un elemento invisible que allí estaría representada la idea del virus. Intenta conectar con ese momento de tensión y complejo, Y a su vez me parece algo interesante, que la obra te permite entrar y salir, así como muchas personas estuvieron en esa situación de estar en ese lugar incómodo, muchos no salieron y también están representados en los faltantes que componen la esfera que también vendría a ser la parte personal que lo vivió mal. La obra si bien está pensada para Salto, yo la hice con una mirada global, expresando lo que se vivió en el mundo.
-Tiene varias obras instaladas en Salto
-El hecho de vivir en la ciudad hace que sea difícil cargar con tener obras en espacios públicos, porque como que uno se va apropiando de ciertos lugares. Para mi es importante que todo lo que yo haga y más en Salto, que sean obras que puedan estar puestas en cualquier parte del mundo y ser valoradas de la misma manera independientemente del lugar, de la gente. Y creo que el mejor lugar de un artista, de formar un acervo y generar una contundencia en la obra es el lugar al que uno pertenece.
-¿Qué materiales utilizó y cuánto tiempo le insumió la obra?
-La obra es toda de acero inoxidable y estuvimos trabajando en un tiempo acelerado de aproximadamente un mes y mes de trabajo. Era una obra capaz de hacerla en un mes y medio. Pero tiene mucho trabajo artesanal, para que visualmente responda de la manera en que yo quería que lo hiciera. El acero inoxidable es un material muy noble, que a mí me encanta trabajar desde la metalúrgica, que lo siento, pero es muy delicado y tiene sus tiempos.
