sábado 23 de noviembre, 2024
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Diálogos 19/12/2021

-…Bueno, bueno, bueno… Paren un poco porque tenemos que comenzar a charlar sobre las cosas importantes que nos ha dejado esta semana.
-¿Y qué? ¿Me vas a decir que el hecho que se haya definido el técnico de la selección no es una cuestión importante?
-Te recuerdo, Sandro, que el futbol es «lo más importante de lo menos importante».
-Mmmmm… Me suena a frase del Maestro Tabárez.
-Sí, pero debería «sonarte» a una verdad. El futbol, salvo para los involucrados, no define la calidad de vida de nadie.
-Estás de pico fino solo pa censurarme. Pero por más que quieras censurarme yo quiero expresar que le tengo bruta fe al «huracán» Alonso…
-… Tornado, pequeño animalito, “Tornado”. A Diego Alonso le dicen “Tornado”.
-Lo meeesmoooo…
-Esperemos que no termine siendo solo una «Garúa». Jajajajaja
-Uds. se ponen a hilar muy fino y se complican, porque cuando pasamos a hablar de política tocan los temas por arribita. ¿A qué no les interesa hablar de los roscazos que se dieron Sapito y el cabeza Camy del Partido Nacional?
-No, pará, nada de «roscazos». Nadie le pegó a nadie. Solo fue una discusión acalorada que no pasó de eso. No desvirtúes las cosas.
-¿Cómo, no se dieron ninguna? Lío al pedo entonces. Bué, sea como sea, se salvaron de hacer bruto fiasco, porque se metió el «Boquita» Andrade, que siempre está para sumar, y los separó y bajó la pelota. Y con toda la evidencia en sus narices ustedes siguen insistiendo.
-¿A qué te referís?
-A que hasta en esos detalles tiene que haber un frenteamplista para sacarle las castañas del fuego. Imagínense si no se hubiese metido el Boquita: Hasta ahora estaban trenzados y demostrando que ni entre ustedes se pueden ver.
-Eso es lo que ustedes quisieran, pero lo que ocurrió solamente me demuestra que a nuestros senadores, cuando se trata de cosas para el país, se la toman en serio y la sangre les corre por las venas.
-Claro, porque te recuerdo que la discusión se dio por el tratamiento de un proyecto de ley que Coutinho había presentado y en el fragor de la «batalla» señaló al Partido Nacional como el sector que atrasó la discusión del mismo.
-Esteeee… y un blanco no puede permitir semejante desliz, sea de quien sea.
Bueno, paren. Lo que falta es que se agarren ustedes, acá.
-No, no, hay cosas más importantes para conversar. Como por ejemplo el ridículo de la diputada frenteamplista Cecilia Cairo.
-Jajajajajaja… ¡Eso fue memorable! ¡Por Favor, cuanta ignorancia en una diputada!
-No sé de qué hablan.
-Sí, sí… De esas cosas no te enteras: Resulta que en pleno plenario de la cámara de diputados, el diputado blanco, Alfonso Lereté, pidió al presidente del órgano que neutralice los micrófonos de los diputados que no estaban en uso de la palabra, porque generaban un murmullo, y, además de irrespetuoso, no le permitía concentrarse.
-¿Y?
-Y pidió la palabra la diputada Cecilia Cairo y se despachó con un dato histórico desconocido y que la ingresa -por la puerta grande- al sitial de los dichos más absurdos, ridículos y de mayor tergiversación de la historia, que se hayan expresado en el plenario de la cámara. Afirmó que a mí no me neutraliza nadie. Quien neutralizó en este país fue la Segunda Guerra Mundial, Hitler, con cámaras de gas. Si alguien cree que puede neutralizarme que lo intente. Estoy aquí o afuera”, jejeje
-Ah, pero además resultó ser medio matona. Mujer de pelo en pecho, como quien dice, jijijijij
Dejá de decir esas cosas que las feministas te van a hacer una demanda.
-A veces ustedes me confunden. Realmente…
-¿Por qué?
-Porque dicen que hay que hablar en serio y tocar temas importantes y se despachan con esa estupidez de una diputada ignorante, que al fin y al cabo no nos representa. Pero bueno, ya les tengo tomados los tantos y ya sé por dónde vienen.
-¿Qué querés decir?
-Que hablando de esas cosas ocupan espacio y distraen la atención para evitar hablar de los temas importantes.
-A ver, «señor intelectual», ¿Cuál tema es el importante para hablar ahora?
-De lo que está hablando todo el mundo: Del edil blanco, de Durazno, que se afanó una botella de whisky y una caja de sándwiches de la fiesta de asunción de la nueva legislatura. ¡Un blanco de ley! Jajajajajajaja
-¡No te permit…!
-Pará Manuel, no entres en la manija. Ya sabés que Sandro, como buen frenteamplista, es un «provocador profesional».
-¡¿Provocador yoooo!?
-Sí, Sandro, no te hagas….
-… Si hubiese querido provocarlos le hubiese tocado el tema de la Ley Forestal, que dejó claro que Cabildo Abierto se pasa al gobierno, a los Blancos y a los Colorados por las bol…
-¡¡¡Paráááá!!! No seas ordinario.
-Pero es verdad. Se cortó solo y los dejó tirados a todos sus «Aliados» de la coalición. Tuvo que venir a hocicar al Frente para que le acompañemos su proyecto…(Y como nosotros somos «pierna», se lo acompañamos, jejejeje)
-Pero Manini y Cabildo y el Frente, saben que todo eso es un circo, que están jugando para la hinchada, porque «Luis» les avisó que vetaría esa ley. Lo malo es que este acercamiento entre Cabildo y el Frente, se está viendo como una fractura de la coalición de Gobierno y eso empaña la brillante gestión de nuestro Gobierno.
-Y eso no es nada, también se está viendo como un anuncio de cómo serán las cosas en las próximas elecciones.
-Pará, Neli: ¿Vos decís que Cabildo y el Frente…?
-No te olvides que Manini el año pasado dijo en una reunión privada, acá en Salto, que en las próximas no descartaba ir junto a Orsi y elogió fuertemente al intendente de Canelones.
-¿De dónde sacaste ese disparate?
-¿Te “pegó” algo que consumiste, Nelito? jejejeje
-Esteeee… Son cosas que uno se va enterando mientras habla con uno y otro.
-¿Habiendo tantas cosas de las que enterarse, te venís a enterar justo de eso?
-Buenooo…esteeee…
-Pudiste haberte «enterado» de la joda que hicieron con la elección interna del Frente, por ejemplo.
-¿De que hablás? ¿Qué decís?
-Me refiero a que hubo tanta joda e irregularidades que tuvieron que anular dos urnas. Unos impresentables, una vez más, demuestran que no tienen escrúpulos ni para manejarse entre Uds.
-Pará, Manuel, no te pases, doblá esa lengua o vas a recibir un cascarazo…
-Tranquilo Sandro…Esas cosas pasan.
-Ya sé que pasan ¿O te pensás que me olvidé que el Partido Colorado tiene un procesado por fraude electoral? Pero que no venga a dar manija. Lo que pasó fue que los delegados hicieron un reclamo por unas cuestiones menores.
-¿Menores? La Presidenta de la mesa política salió a decir que le daba vergüenza lo que había pasado.
-Dejá de dar manija o te zumbo, ya me tenés caliente.
-Pará, Sandro, calmate. Mejor nos vamos, porque así no podemos seguir.
-¿Y pa´que busca, este loco?
-Yo solo repetí lo que leí en La Prensa.
-Mejor nos distraemos con la columna infiltrada que, como siempre, hoy esta imperdible.
-El Manuel arma lío y yo me quedo sin comentarles que hasta en Bs. As. tenemos gente apoyando a “Elandré” para su próxima candidatura al senado…


La columna infiltrada

MITÓMANOS

El mitómano es quien miente de manera compulsiva y patológica. Básicamente lo que hace es falsear la realidad para hacerla más agradable, seductora y en ese recorrido construye una imagen distorsionada de sí mismo. Todos tenemos algún conocido con algo de esa enfermedad. Al principio nos causan gracia y llega un punto en el que los relatos empiezan a resultarnos insoportables y comienzan a alejarse tanto de lo real que resultan alucinantes.
No pocos de los mitómanos que conozco tienen algún nivel de delirio de grandeza o algo por el estilo. (Conozco mitómanos narcisistas ¡Un combo de-li-ran-te!) La siquiatría sostiene que ésta enfermedad proviene también del inconsciente (ahora ya lo sabemos, casi todo proviene de allí). Quizás problemas de egocentrismo también estén en la base del comportamiento de estos mentirosos consuetudinarios.
Hablemos claro, el mitómano no es el que agranda el relato o el que le pone color, en realidad inventa una nueva historia desde un pequeño vértice de verdad. El relato, además, le sirve para ser un protagonista crucial de lo que está describiendo; nunca el mitómano pasa a tercer plano en el hecho descripto, sino que es un personaje relevante de él. El cuento no gira alrededor del mitómano, pero su protagonismo no es menor que el de la figura principal a la que está definiendo.
De esa forma se pone en un pie de igualdad con el verdadero personaje.
Lo peculiar de los mitómanos que conozco es que una versión de los hechos que describen nunca es igual a otra. Cada vez que se produce una repetición del cuento, el mitómano le introduce nuevos actores, nuevos datos y lo que arranca como una anécdota menor se va transformando en leyenda. (En asados de ex alumnos de varias instituciones a las que frecuenté siempre aparece alguno con sus extravíos.)
Sucede que los mitómanos son excelentes (muchos de ellos) en la descripción de situaciones y suelen tener un manejo del idioma relevante. Puede que haya mitómanos parcos, en mi vida no los he conocido pero todo puede suceder.
Hay un mitómano recurrente en el mundo masculino que es el ganador de minas. Este personaje pulula por todos lados y, en general, uno lo detecta en sus mentiras por lo burdo y obvio de lo que describe. Me agotan estos tipos, me vienen ganan de sopapearlos, pero uno tiene que guardar las formas y soportar estoico semejantes delirios con cara de Bogart en la despedida de Casablanca. No es sencillo convivir con estos especímenes. Y está plagado de ellos. Habitan los vestuario masculinos de los clubes deportivos, por alguna razón allí dan rienda suelta a todas sus sanatas.
La escena que componen no deja de ser absurda: en bolas, secándose delante de todo el mundo, el cuento machista de cómo se levantaron a tal mina y lo bien que la pasaron tiene algo entre decadente y de otra época. Averigüé por ahí y los pendex de ahora repiten este patrón. O sea, los machos mitómanos son bobos y pico.
En la actividad política (territorio cargado de vanidades por todos lados) no son pocos los mitómanos. He sentido cuentos de la influencia de Fulano o Mengano en aconteceres históricos de la República que lindan con el delirio más extremo. Los que conocen el sistema político saben que hay casos extremos y que resulta hasta divertido que alguno de estos personajes aparezca en tenida, dado que ellos amenizan el encuentro con sus historias. Uno pregunta: “¿Y cómo es que nadie sabe nada de tu contacto o amistad con Perón? ¿O con el Dalai Lama? Y las respuestas son aún más delirantes: “Por razones de seguridad, por envidia de la gente, por lo que sea…” ¡Plop!



Relato extraído del libro Sabremos mentir. La mentira en la sociedad uruguaya, escrito por el multifacético, Dr. Washington Abdala.