Por Pablo Vela
Tiempos electorales complicados se nos vienen a los salteños porque acontecimientos varios y de público conocimiento modifican constantemente el escenario político local.
Lamentablemente todo termina en señales de individualismo, egoísmo, victimización que nada le aportan al salteño que ve o escucha declaraciones de nuestros principales actores políticos cargadas de agresividad, pases de facturas y hasta algún resentimiento todo lo anteriormente expresado con una soberbia pocas veces vistas. ¿Autocrítica? Quedará para otra vida.
Y todo lo anterior, ¿a cuenta de qué? ¿Para beneficio de quién? De ellos mismos porque Salto se sigue viniendo abajo. Calles de la ciudad, caminos rurales destrozados y todo el impacto que ello genera en el transporte para nuestro productores; una ciudad oscura donde solo aparecen focos en las cercanías de algún comité amigo, desempleo y sus consecuencias.
Vayamos por los que nos une si es cierto lo que por momentos se escuchan en los líderes de todos los partidos.
Recuperemos el turismo local: trabajemos en serio en la búsqueda de inversores para seguir generando infraestructura, fomentemos la llegada de turistas de distinta índole: placer, aventura, deportiva, vitivinícola, la cantidad de lugares históricos que Salto tiene y por los que muchos pagarían por ver y no se explotan. Las chances son enormes, la materia prima la tenemos, solo falta un buen gestor que replique en el país y en el mundo lo hermoso que es el departamento, coordine reuniones, ejecute lo planificado.
Sumemos en la lucha contra la inseguridad: rehabilitemos los destacamentos policiales que tanta y buena repercusión tuvieron en el período 2010-2015, dejando nuevas sensaciones para los vecinos que lo pedían, llevando al menos un poco más de tranquilidad al sentir más cerca la presencia de policías que cuidan de ellos. Se trabajó mucho en el recupero de los llamados destacamentos, se gestionó y coordinó con el Ministerio del Interior, porque se cerraron nunca quedó claro pero es cosa del pasado, comencemos de nuevo.
Mejoremos también el tránsito de la ciudad: comencemos por la base de la pirámide, la educación vial. Intensifiquemos y masifiquemos la formación de futuros protagonistas de “nuestro tránsito” evitando así en un porcentaje muy alto la cantidad de sufrimiento que generan los siniestros. Organicemos espacios de desarrollo para aquellos amantes de la velocidad, controlados, vigilados, legitimados con permisos, concentrando entonces quienes sienten en la velocidad una pasión difícil de controlar que a veces termina en tragedias en calles donde no deberían permitirse esos excesos.
Ayudemos también en el flagelo que hoy crece en nuestro país y Salto no es la excepción: la violencia familiar en cualquiera de sus formas: que retornen los hogares para víctimas de violencia doméstica con contención multidisciplinaria y también los hogares para las personas que por diferentes cuestiones terminan en situación de calle. No debe cargarse todo a un solo organismo, el trabajo de intensificarse en lo interinstitucional para generar mejores resultados.
Tantas cosas más hay que nos debería encontrar juntos, si lo que dicen en cada salida pública nuestros gobernantes es cierto. No es solo decirlo, que comiencen a plasmarlo.
Por ahí vamos, desde Tercera Vía, para colaborar, para intermediar si es necesario porque podemos decir de manera contundente que no tenemos problemas con nadie ni dentro del Partido Colorado ni fuera.
Quedamos a las órdenes de quienes tienen la chance de mejorar Salto desde ya.
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