Por Pablo Perna
De las últimas entrevistas que Alejandro Fantino le realizó al presidente electo argentino Javier Milei, sostenía: “podrías haber pensado que era un loquito, ¿sabes cuál es la diferencia entre un loco y un genio?”, Fantino responde: “no” y él contesta: “¡El éxito!, el 23 hablamos, ja, ja , ja”.
Milei fue el distinto y el común, donde el pueblo se vio identificado como la realidad caricaturesca y necesaria para terminar con tanta impunidad y opulencia en riqueza y poder de los políticos kirchneristas; detrás de sus declaraciones de “zurdos de mierda” o similares, sus actitudes lo pintan como un ser humano cariñoso, sensible, espiritual y que escucha. Claro ejemplo de lo mencionado es cuando un joven de 22 años de edad, que había sido expulsado de los jóvenes de “La Campora” por considerarlo “loquito”, le pide para tomar un café a Milei y hacerle una propuesta que no podía desechar. Milei se reunió con el joven, lo escucho y le hizo caso, se trataba del Iñaki Gutiérrez que hizo incursionar al economista en la red social Tik Tok, llegando y cautivando a millones de jóvenes; fue el alma mater de las redes sociales que lo llevan al triunfo al novel presidente.
Otra de las anécdotas que pintan su sencillez mujiquezca, es cuando otro de los periodistas que apostaban por Milei, Esteban Trebucq, cuenta que le manda un mensaje de texto en enero de este año para saber si había escuchado su editorial en el programa de TV que conduce; Milei le responde mandándole videos del pequeño apartamento donde se había mudado recién y narrándole que se le había quemado la única televisión que tenia, por lo que afirma “no pude verte pelado”.
Este hombre de rostro y declaraciones duras, pero en el fondo sencillo, recibió ataques de todo el aparato del Gobierno para que pierda, pero resistió y gano. También artistas famosos rentados por la izquierda como Lali Esposito o periodistas reconocidos se hicieron eco de la operación del miedo contra Milei. Uno de los ejemplos radicales no solamente ha sido la publicación de un libro que lo titulan “El Loco”, sino declaraciones como la de Jorge Rial, que mofándose de él sostenía: “Bájate (de la candidatura), por tu bien te lo digo, tenés mucho tiempo por delante, no escuches a tu hermana, no escuches a Macri, no le hagas casos a tus perros que desde el cielo te hablan todos los días, bájate boludo”. O cuando se reían que si quería cambiar a la Argentina que forme un partido y gane; fue lo que hizo, formo un partido y gano con el 55 % de los votos, contra 44 % que votaron por Massa.
Lo sucedido en la Argentina es asombroso, dejando perplejos a todo el mundo, desde Donald Trump, Joe Biden, Elon Musk, el Papa, para mencionar a algunos de los líderes mundiales que llamaron o escribieron felicitando el logro de Milei. Hoy la Argentina esta esperanzada que volverá a hacer potencia mundial, como ya lo fue; el futuro no le será fácil. La hiperinflación, las privatizaciones de empresas estatales ineficientes, el quitarle privilegios a los sindicalistas vagos y el despido a funcionarios públicos ñoquis, la dolarización, el cierre del Banco Central, entre otras medidas que generaran movilización social y estallidos, el cual deberá de aguantar estoicamente y el evitar renunciar, el ser asesinado o destituido. Pero hasta hoy lo de Milei ha sido brillante, digno ejemplo de que se puede triunfar ante la adversidad si te lo propones; y culmina Milei la entrevista con Fantino afirmando: “No hay noche que no haya sido derrotada por el amanecer”.
