Por Andrés Torterola
Una publicación en Montevideo Portal informa sobre las jornadas académicas organizada por las Bancas de Quinielas del Uruguay para abordar, la ludopatía con el objetivo de visibilizar esta problemática e interiorizar a los profesionales de la salud, también convocaron a expertos internacionales sobre el tema. CAMBIO entrevistó a Margarita J, integrante de la comunidad de jugadores anónimos para conocer de primera mano cuál es la situación de las personas con ludopatía en Salto.
DIVERSIÓN
Margarita dijo que ingresaba a un lugar de juegos para acompañar a alguien, era una forma divertida de pasar el tiempo, lentamente fue conociendo los diferentes juegos, porque al principio no sabía ni siquiera de que se trataba, cómo era la apuesta, la persona le iba explicando, al principio era una diversión o distracción que no tenía mayor peligrosidad.
BUSCÁS EL RECURSO DONDE SEA
“Con el tiempo de forma lenta y progresiva fui concurriendo sola a ese lugar, cuando tenía algún dinero disponible jugaba, en alguna oportunidad ganaba y eso era un estímulo para continuar, sin darme cuenta que era más lo que había perdido, el aliciente de ganar generaba expectativas que te llevan a apostar cada vez más. Poco a poco el juego te va quitando voluntad, energía, con el tiempo y mirándolo desde otro ángulo ves que se trata de una problemática grandísima en la que te metes, cuando no tienes el dinero disponible para jugar, en muchas oportunidades tramitas un préstamo porque te parece que vas a ganar y pagarlo rápidamente, buscas el recurso donde sea, una vez que no se puede pagar el préstamo ya estás muy comprometido, intentas recuperarlo y seguís perdiendo cada vez más.”
EN SALTO NO HAY UN LUGAR DE TRATAMIENTO
Margarita aseguró que el problema económico, emocional, familiar van de la mano, se llega al punto de arrasar con la familia esa es la dificultad más importante, “el perjuicio que te lo puedas provocar a vos no es nada, el problema es que podés llegar a destruir totalmente a tu familia, es como un huracán que pasa y destruye todo”. Cuando el jugador compulsivo o ludópata intenta salir del problema no encuentra en Salto a nadie que lo pueda ayudar, recurrí al lugar donde me había provocado el problema y lo único que me proporcionaron fue un documento de autoexclusión de ese lugar, con el compromiso que los funcionarios si ven al jugador allí le piden que se retire, es una medida donde los propios funcionarios dicen que no pueden hacerse cargo de eso ya que tienen otras actividades, aseguró.
MUCHOS LUDÓPATAS
Margarita dijo que existen muchos ludópatas en Salto, es fácilmente comprobable, conozco a numerosas personas que tienen esta enfermedad indicó. Debí recurrir a Jugadores Anónimos, al grupo “Volver a Vivir” de Montevideo, se trata de un grupo de personas que intentan auto-ayudarse con las herramientas que tienen, no existe en Salto apoyo de profesionales, es necesario que se tomen medidas rápidamente para que estas personas que se encuentran en estado crítico puedan comenzar su proceso de recuperación, concluyó.
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