sábado 5 de octubre, 2024
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La sostenibilidad en la intensificación agrícola: El caso de la soja en Uruguay

Investigadores del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) han presentado un estudio exhaustivo sobre los límites de la intensificación sostenible en la producción de soja en Uruguay. Este equipo, integrado por el Ing. Agr. PhD Bruno Lanfranco, junto con expertos como el Ing. Agr. MSc. Enrique Fernández, la Ec. MSc. candidata PhD Magdalena Borges, la Ing. Agr. Catalina Rava, el Cr. Bruno Ferraro y el Ing. Agr. PhD Juan Manuel Soares de Lima, ha utilizado un enfoque espacial con múltiples escenarios para estimar el potencial de expansión e intensificación del cultivo sin comprometer los recursos naturales.
La soja en el mundo y en Uruguay
La soja se ha consolidado como la oleaginosa más plantada a nivel mundial, con una producción que alcanzó los 388 millones de toneladas en la campaña 2022-23. Sus usos son diversos, destacando su empleo en la alimentación animal y en múltiples aplicaciones alimentarias y técnicas. Sin embargo, gran parte de la producción de soja no se consume en el lugar donde se produce.
Más del 75% de la soja mundial se cultiva en las Américas, y más del 95% de la soja comercializada en el mercado internacional proviene de este continente. Brasil y Estados Unidos son los principales productores y exportadores mundiales, seguidos por Paraguay, Canadá, Argentina y Uruguay, situando a este último entre el sexto y séptimo lugar a nivel mundial en exportaciones.
En Uruguay, la producción agrícola se realiza en rotación con pasturas y otros cultivos, bajo estrictos planes de uso y manejo de suelos (PUMS) que exigen secuencias de rotación realistas y sostenibles. En este contexto, es crucial determinar la capacidad de enmarcar la producción de soja en una senda de desarrollo sostenible, definiendo hasta qué punto es posible crecer e intensificar la producción sin comprometer los recursos naturales y el medio ambiente.
Resultados del estudio
El estudio del INIA ha revelado datos interesantes sobre el potencial de expansión de la soja en Uruguay. En el escenario base, sin cambios tecnológicos y con un precio de 310 dólares por tonelada, más de 2,6 millones de hectáreas podrían generar márgenes económicos positivos. No obstante, al aplicar rentas de la tierra, el área rentable se reduciría drásticamente a aproximadamente 500 mil hectáreas.
Bajo un escenario optimista, en el que se introduce una variedad de soja tolerante a la sequía, la superficie potencial de cultivo podría superar los 6 millones de hectáreas.
En las condiciones tecnológicas y de precios más favorables, esta cifra podría alcanzar los 8 millones de hectáreas. Sin embargo, considerando que la soja se cultiva en rotación y que alrededor del 60% de los productores arriendan la tierra, la superficie efectiva potencial sería de aproximadamente 1,1 millones de hectáreas.
Es importante subrayar que los resultados del estudio se basan en márgenes no negativos, lo que implica cierta sobreestimación. En la práctica, los productores optarán por cultivar soja solo si los márgenes esperados superan los de otras actividades productivas. Además, el análisis no anticipa cambios significativos en los escenarios de cambio climático respecto al escenario base.
Rotación agrícola y sostenibilidad
El estudio también consideró exclusivamente la soja de primera, que debe integrarse en rotaciones agrícolas o agrícola-ganaderas. Para evaluar cuántas hectáreas de la rotación corresponden a soja, se aplicó un factor de descuento a los resultados obtenidos. Se sugiere que la expansión futura de la soja dependerá principalmente del aumento del área de primera, ya que es improbable que los cultivos de invierno que rotan con la soja de segunda incrementen significativamente su superficie.
De acuerdo con los PUMS, la rotación agrícola predominante actualmente de tres años implica dos años de soja (67%). Una vez superado el millón de hectáreas de soja actual, cualquier incremento adicional supondría una rotación agrícola-ganadera con dos años de soja de primera y tres años de pastura (40% soja).
En rotación con arroz y pasturas, por ejemplo, la participación de la oleaginosa sería aún menor. En un escenario favorable, donde el potencial es de 3 millones de hectáreas, el área «potencial disponible» sería 1,47 millones de hectáreas.