Armando Guglielmone
Instructor canino – educador etólogo
Venta de ovejeros alemanes de pedigrí
Contacto y/o sugerencias: 098 539 682
Para muchos de nosotros que amamos los perros y no podemos estar sin ellos quisiéramos poder tener muchos, pero, la realidad es que estaremos limitados por varias cosas que deberíamos tomar en cuenta. Primero que nada y más importante es la alimentación, si podemos sostener económicamente el gasto que implica darle de comer a más de un perro adelante, pero esta debe ser la primera regla a tener en cuenta. Podremos tener tantos perros como nuestro presupuesto permita alimentar correctamente. Luego y muy importante será obviamente el espacio, el cual está ligado también al tiempo que podamos dedicarles. El hecho de vivir en un apartamento es limitante, pero no prohibitivo, en tanto nos lo permitan las reglas de convivencia. Debemos usar el sentido común para limitarnos a los que podamos atender, ya que el hecho de vivir en este lugar nos obligará a sacarlos varias veces al día para que se ejerciten y sobre todo para que socialicen, esto permitirá que tengan una mejor convivencia entre ellos, evitando problemas como peleas desencadenadas por el estrés de la convivencia cercana. En esta situación al igual que si vivimos en una casa con poco espacio externo la regla de oro será poder controlar los ladridos. Tengamos en cuenta que los ladridos de los perros cuando son muchos y mucho más si estos son pequeños, pueden llegar a ser muy molestos. Si nos cuesta controlarlos, en los horarios de descanso sería bueno encerrarlos en un espacio dedicado a este fin en un apartamento, o entrarlos a la casa si fuera el caso. Así evitaremos situaciones ríspidas que puedan darse con nuestros vecinos evitando problemas que nadie querría. Por supuesto, y esto es válido para todos los casos, deberemos mantener lo más limpio posible el entorno, recoger las materias y limpiar donde orinan. Es más difícil sacar el olor de la orina si hacen en la tierra, si llueve o hay humedad se sentirá más y puede llegar a ser muy molesto sobre todo para los vecinos. Si hay tierra echemos agua con lavandina, esto ayudará, aunque obviamente afectará el crecimiento del pasto, pero, es mejor que una denuncia por insalubridad. Luego y muy importante será la elección del sexo en los perros, aún estando castrados hay comportamientos asociados que no desaparecen, dependen más del carácter heredado de que si han sido castrados o no. La convivencia entre hembras tiende a ser más fácil de controlar, pero no es garantía de nada, si de cachorros permitimos que se jerarquicen naturalmente sin intervenir demasiado será más fácil, aunque en algunos casos convendrá dejarlas separadas si no vamos a estar presentes. Con los machos deberemos ser más cuidadosos, sobre todo si son de raza y estas sirven para guardia y protección, acá la convivencia puede ser más áspera si no los hemos jerarquizado correctamente, debemos estar seguros de que una orden nuestra será para ellos como un mandato divino, es la única manera de controlar perros poderosos o de carácter dominante activo cuando están a punto de pelearse. Acá más que nunca conviene tener donde dejarlos separados si van a estar solos, ya que este momento será en el cual deberán querer saber cuál de ellos queda a cargo cuando no estamos. Y, por supuesto, deberíamos tratar de tenerlos correctamente adiestrados para poder controlarlos más fácilmente, hago hincapié en “correctamente” pues si deberemos depender de tenerlos de la correa para controlarlos será imposible hacerlo cuando estén libres. Frecuentemente debo arreglar perros que han sido “adiestrados” en base a tenerlos sujetos de la correa, con la consecuencia de que al estar libres junto a sus pares terminan en peleas que son difíciles de controlar por sus dueños. Como en todo en esta vida, estemos atentos para no caer en un fraude.
Columnistas