Por Melisa Ferradini
Un grupo de estudiantes de 8vo año de secundaria del Colegio Vaz Ferreira compuesto por: Ma. Eugenia Piriz de 13 años, Ma. Pía Arzaguet 14, Elías Monzón 13, Facundo Fletcher 14 y liderado por la docente de informática Clara López, está causando sensación con su participación en las Olimpíadas de Robótica que se celebrarán el próximo 4 de noviembre en el LATU. El evento reunirá a cerca de 400 equipos de todo el país. Para contarnos como desarrollaron el proyecto y como se sienten de ser finalistas, CAMBIO dialogó con la docente y los estudiantes.
EL PROYECTO
El proyecto presentado por los estudiantes tiene como eje la sustentabilidad en el medio rural, abordando de manera creativa el uso eficiente del agua. “Comenzamos con un sistema de riego para plantas, pero después vimos la posibilidad de ayudar al medio rural y lo transformamos en un proyecto más amplio,” comentó uno de los estudiantes. El sistema final incluye un mecanismo de riego automatizado para huertas y bebederos para animales, integrando sensores de humedad y de lluvia.
INNOVACION TECNOLOGICA Y CONCIENCIA AMBIENTAL
El proyecto destaca por su enfoque en la preservación del agua, un recurso esencial y a menudo escaso en zonas rurales. Mediante un sistema de sensores y micro controladores, se optimiza el uso del agua: “Cuando detecta que falta humedad, el sistema activa los servomotores para regar las plantas o llenar los bebederos de animales,” explicaron los estudiantes. Además, incorporaron un filtro para purificar el agua de lluvia, utilizando capas de carbón, tierra y algodón. Otro aspecto innovador del proyecto es un techo automatizado que cubre los bebederos cuando empieza a llover, evitando desperdicio de agua y protegiendo a los animales. “La idea es que este tipo de soluciones permita mejorar la vida en el campo y evitar que la gente tenga que migrar a la ciudad en busca de mejores condiciones,” señalaron los jóvenes.
LA ROBÓTICA COMO HERRAMIENTA
La docente Clara López destacó el valor educativo de la robótica en proyectos interdisciplinarios: “Lo bueno de la robótica es que se puede combinar con cualquier área de estudio. Hemos trabajado con música, creando un piano sencillo, y ahora con psicología y técnicas de mindfulness, desarrollamos una aplicación de consejos para combatir el estrés estudiantil.” Para la docente, la enseñanza de robótica no solo se enfoca en impartir conocimientos técnicos, sino en fomentar la creatividad y el pensamiento crítico de los estudiantes. “Mi rol no es darles todas las respuestas, sino acompañarlos en su proceso de aprendizaje y animarlos a investigar y experimentar”, enfatizó.
RUMBO A LAS OLIMPIADAS
El entusiasmo del equipo es evidente mientras afinan los últimos detalles de su maqueta. “Es un desafío, pero aprendimos mucho. Tuvimos que ajustar varias veces los servomotores para que funcionaran correctamente y el ensayo y error fue parte del proceso,” mencionaron los estudiantes. Con este proyecto, los jóvenes aspiran no solo a destacar en las Olimpiadas de Robótica, sino también a generar un impacto positivo en el medio rural, ofreciendo soluciones prácticas para el uso eficiente del agua. “Queremos demostrar que desde la educación podemos contribuir al desarrollo del campo, que es fundamental para nuestro país”, finalizó. Este tipo de iniciativas subraya la importancia de la robótica en la educación y su capacidad para motivar a los estudiantes a crear, innovar y conectar el conocimiento con las problemáticas reales de la sociedad.
