Por Andrés Torterola
El pasado viernes 25 de septiembre se celebraron las elecciones de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales de Salto (ADEOMS), en las que se renovarían las autoridades del gremio. Dos listas se presentaron para esta instancia electoral, una de las cuales obtuvo la victoria representando al actual presidente de la organización, quien consiguió un nuevo mandato, mientras que la otra lista estaba encabezada por un funcionario que, según comentarios, es seguidor cercano del actual presidente.
TENSIONES OCULTAS
Las elecciones transcurrieron en un ambiente de tranquilidad, sin embargo, detrás de esta apariencia festiva, se ocultan tensiones que otros empleados municipales afirman sentir. Consultados bajo condición de anonimato, varios trabajadores expresaron que lo que se percibe en cada elección de ADEOMS es una especie de «teatro», donde la competencia real brilla por su ausencia. Estas declaraciones sugieren que la lista ganadora no enfrenta una verdadera oposición, ya que el clima de temor desalienta a cualquier candidato que pudiera desafiar al actual liderazgo.
TEMEN REPRESALIAS
El hecho de que los empleados no se atrevan a postularse como contrincantes para la directiva actual ha despertado sospechas en torno a la transparencia y libertad en el gremio. Según relatan algunos trabajadores, muchos temen represalias si intentaran expresar públicamente sus opiniones o cuestionamientos sobre la gestión actual. El temor se basa, en gran medida, en el poder que tiene la directiva para influir en aspectos que afectan directamente a los empleados, como los traslados, por ejemplo. Este poder ha creado una atmósfera de autocensura entre quienes podrían representar una alternativa en la directiva. Para algunos trabajadores municipales, esta realidad impide una competencia justa y obstaculiza el funcionamiento democrático dentro de ADEOMS. Además, señalan que las elecciones terminan siendo simbólicas y no representan una verdadera contienda, sino una validación de la autoridad ya establecida. Estas preocupaciones van de la mano con una falta de renovación en la dirección, que lleva varios años a cargo de los mismos funcionarios.
TEATRO SINDICAL
Desde la perspectiva de los críticos, la falta de alternativas en cada elección se traduce en una estructura poco dinámica, que no responde a las necesidades actuales de los trabajadores municipales. Sin embargo, las voces que manifiestan estos puntos de vista lo hacen en privado y bajo estrictas condiciones de anonimato, lo que revela el clima de desconfianza entre los trabajadores. Mientras unos celebran las elecciones como una reafirmación de liderazgo y un logro en términos de unidad sindical, otros ven en ellas un espacio donde el disenso está prácticamente prohibido. Lo que algunos funcionarios llaman “teatro” sindical sigue dejando preguntas abiertas sobre el papel de la representación gremial en ADEOMS y sobre la verdadera capacidad del gremio para reflejar los intereses de todos sus afiliados.
