miércoles 5 de febrero, 2025
  • 8 am

La agenda en materia de salud mental y trabajo digital

Dr. César Signorelli
Por

Dr. César Signorelli

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Por el Dr. César
Signorelli
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Como ya adelantáramos en otras entregas, la incorporación de tecnología digital, y en particular de la inteligencia Artificial, ha significado un cambio en las formas de producción y, por lo tanto, en el trabajo humano.
Se ha extendido entonces el trabajo digital en variadas expresiones, el más común y de creciente utilización como consecuencia de la pandemia, el teletrabajo, a lo que se agregan los nómades digitales, o sea los que trabajan en forma remota a través de herramientas informáticas a cualquier lugar del mundo.
Incluso desde la perspectiva de las empresas, se produce el surgimiento y multiplicación de empresas digitales.
Y este factor incide directamente en otros específicos como la violencia en el trabajo y la salud mental, los que reciben la influencia directa de estos fenómenos.
Es así que todas las formas de acoso laboral, tienen un giro específico con la inclusión de estas alternativas, y así se desarrollan concepto tales como el cíber estrés, acoso digital y otras formas.
Un efecto inmediato es la depresión, lo que nos conduce directamente a la salud mental.
Todos los modelos jurídicos, incluidos el nuestro, direccionan sus soluciones a la prevención, o sea medias que eviten o minimicen la posibilidad de que se produzca el evento.
Este año se produjeron sensibles adelantos jurídicos en una línea que seguramente se habrá de mantener.
En setiembre se dictó el Decreto Nº 246/024, que reglamenta entre otras normas sobre el particular, el Convenio de la OIT Nº 155, estableciendo la fijación de una política nacional de seguridad y salud laboral y prevención de riesgos laborales
A través de la ley Nº 20.354 también en setiembre, se ratificó el Convenio de OIT Nº 187, que establece un marco promocional para la seguridad y salud en el trabajo.
El Estado le presta cada vez mayor atención al tema.
Deberá reparar el Estado también en que estas formas modifican sustancialmente las formas de aportación y, por lo tanto, de la financiación de la Seguridad Social, sobre todo el proceso de robotización. Pero eso será objeto de otra columna.