Como los juveniles estaban jugando un amistoso que se hizo largo -contra la primera de Libertad-, la práctica de la mayor de Salto se hizo esperar unos veinte minutos.
Eran momentos trascendentes en el proceso de Rony Costa, porque por delante está el clásico ante Paysandú en condición de visitante.
Palabras cortas y rápidas del director técnico ante un plantel sentado contra el banco de suplentes recostado contra la Tribuna España y a moverse al círculo central. Con la excepción de los goleros, claro, que fueron con el entrenador específico a unos metros del círculo central.
El grueso del plantel realizó unos diez minutos de ejercicios de activación, todos respetando la circunferencia central del campo de juego. Movimientos de calentamiento muscular dieron paso a un típico juego de balón: “el monito”, con dos marcadores que luego crecieron a tres. Los recuperadores rotaban constantemente y a eso le agregaban piques rápidos alrededor del círculo humano formado. A unos metros, los arqueros realizaban trabajos de reflejos y técnica de sujeción de balón.
Quince minutos después, cambio de actividad. A refrescarse un poco y a practicar un poco de juego por las bandas. Salidas desde pocos toques por derecha y luego por izquierda. Para ello se utilizaron dos alineaciones bien marcadas, una con la tarea de realizar la jugada y la otra de defender el avance. El punto de partida es el arco en donde el equipo atacante debía resolver la llegada al arco rival con pocos toques -en una cancha reducida a tres cuartos-, mientras que el equipo defensor cumplía el deber de recuperar con una marca intensa para luego contragolpear la valla punto de partida. Se invierten los roles luego de una media hora de actividad. Culminado el fútbol, los dirigidos se sientan a elongar mientras que el cuerpo técnico se reúne aparte, con un tablero de fútbol, seguramente estudiando variantes para este sábado.
Entre los jugadores, uno toma la palabra, mostrando su rol de capitán: Nicolás “El Zurdo” Fagúndez. Sus compañeros lo escuchan atentamente. No nos inmiscuimos en la charla pues entendemos, por lo cerrado del redondel de futbolistas, que es muy íntima. Nos animamos a decir que guarda mucha relación con sucesos ocurridos el pasado domingo y que no se deben repetir el próximo sábado frente a Paysandú, allá en tierra sanducera.
