Por Carlos Silva
Allá por el año 2010 hicimos el primer contacto y enseguida, a los pocos meses, comenzamos a trabajar juntos en la actividad política. La elección en 2014 marcó el inicio de un camino de aprendizaje y preparación. Desde entonces, comenzaste a formar equipos que, con dedicación y compromiso, llevaron adelante la visión de un país mejor. En esa no se pudo, pero fiel a tu personalidad seguiste adelante, más convencido que nunca y llegó la revancha en 2019.
Comienza el gobierno en 2020 y enseguida uno de los desafíos más significativos de tu mandato, la pandemia de Covid-19. Frente a esta crisis global, implementaste una estrategia sanitaria basada en la confianza en los ciudadanos y en la recomendación de medidas sin imponer cuarentenas obligatorias. Ya enseguida nos quedó marcado cuál sería el lema del gobierno para el resto de su mandato, la Libertad Responsable.
En el ámbito legislativo, la aprobación de la Ley de Urgente Consideración (LUC) en 2020 introdujo reformas en áreas claves como seguridad, educación, economía y libertades individuales. Esta ley fue reafirmada por la ciudadanía en un referéndum, demostrando el respaldo popular a las transformaciones propuestas. A esto debemos agregarle las transformaciones educativas y de la seguridad social, todos sabían que había que hacerlas, pero no tuvieron el coraje que tú sí.
La economía también mostró señales positivas bajo tu liderazgo. Se crearon 111.000 puestos de trabajo nuevos, el salario real aumentó casi un 3 % y las exportaciones alcanzaron cifras récord en 2022. Uruguay aumentó su calificación de grado de inversión, reflejando la confianza internacional en nuestra economía. Además, se atrajeron inversiones significativas, consolidando al país como un destino confiable para el capital extranjero.
En materia de seguridad, se registró una disminución notable en los índices de criminalidad, con una reducción clara en las tasas de abigeato, robos y hurtos. Esta mejora se atribuye a políticas más firmes y a una mayor presencia policial en el territorio, el desafío del nuevo gobierno, está en no dar marcha atrás y continuar la lucha frontal a la delincuencia.
El desarrollo de infraestructura fue otro pilar de tu gestión. Se ejecutaron importantes proyectos de construcción de rutas, puentes y obras de saneamiento, mejorando la conectividad y la calidad de vida en todo el país. Estas obras no solo representan avances materiales, sino que también transforman vidas al unir comunidades y facilitar el acceso a servicios esenciales.
Más allá de los logros tangibles, tu cercanía con la gente fue un sello distintivo. No fuiste un presidente de escritorio; recorriste el país, miraste a los uruguayos a los ojos, escuchaste sus problemas y los hiciste propios. Cada problema tenía un rostro, una historia, una familia detrás, y tú lo entendiste a la perfección porque siempre así lo creíste y nos enseñaste.
Hasta el último día de tu mandato, continuaste inaugurando obras, recorriendo caminos y estrechando manos. Este compromiso constante demuestra que tu labor no tuvo una finalidad electoral, sino que fue el reflejo de un presidente dedicado a servir hasta el final.Ciudadanos de diferentes rincones del país han expresado su gratitud y reconocimiento por una gestión que, pese a los desafíos, siempre mantuvo el rumbo y la esperanza.
Gracias, Luis, por tu dedicación y liderazgo. Tu gestión ha dejado una huella imborrable en el corazón de todos los uruguayos. Con esperanza, ya comenzamos a esperar el día en que vuelvas a guiarnos, liderando el camino de regreso para el 2030 y ahí estaremos nosotros.
