miércoles 12 de marzo, 2025
  • 8 am

El nuevo intendente

Pablo Vela
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Pablo Vela

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Sol

Dr. Pablo D. Vela Gadea
Se terminó el período de gobierno del Dr. Andrés Lima, un doble período, 10 años al mando del departamento de Salto.
Gobernó con un gobierno nacional de su mismo Partido Político y gobernó con un gobierno nacional de Coalición Republicana.
Un rápido análisis, sin profundizar mucho ni con la necesidad de ser un especialista en ningún tema, nos arroja un balance negativo en obras de calidad, en obras que queden por años; no pudo gestionar los asuntos básicos que le asignan nuestra Constitución y la ley que regula la actividad departamental, por ejemplo: la adopción de medidas y disposiciones tendientes a coadyuvar con las autoridades nacionales, para combatir las epidemias, disminuir sus estragos y evitar y remover sus causas, la vigilancia y demás medidas necesarias para evitar la contaminación de las agua, la limpieza de las calles y de todos los sitios de uso público, así como el transporte de los residuos generados en esas operaciones, para su reciclado u otras formas de valorización, tratamiento y disposición final, la recolección de los residuos domiciliarios y su transporte, para el reciclado u otras formas de valorización, tratamiento y disposición final. Claramente perdió ese examen.
No supo gestionar un déficit heredado pero con un crédito “también heredado” superior a lo adeudado. No supo o no quiso pagar, comenzó a tomar más y más deuda, en vez de pagar y resolver con los ingresos del departamento.
Ingresos que también la gestión Lima se encargó de boicotear al dejar en el piso nuestro Turismo (Daymán y Arapey) o destrozando la flota municipal de ómnibus, recortando recorridos y hasta en algún caso eliminando días de recorridos, solo por dar un par de ejemplos.
Mal gastó el dinero de los salteños en ingresos de funcionarios innecesarios. El servicio de la Intendencia de Salto no mejoró, en algún caso hasta empeoró, la ecuación es sencilla: entró mucha gente y entró sin saber para que (además del pedido de militancia frenteamplista).
Mal gastó nuestro dinero pagándose, si, pagándose viáticos exorbitantes para él y sus amigos recorriendo el país, ausente de sus tareas, queriendo ser lo que lo no es.
Lo raro, nadie levantó la voz dentro de un Partido Político que dice pensar en los que menos tiene para frenar ese abuso, ni siquiera quienes hoy se postulan para suceder al intendente saliente que de hecho, en dos casos (el Dr. ALVARO LIMA y el Tec. Univ. GUSTAVO CHIRIFF) hoy son parte del gobierno departamental, parte del derroche y la desidia actual pero prometen, a partir de este 2025 dejar de hacerlo. Todo muy raro, ¿por qué creerles?.
10 años destrozaron un departamento con un potencial reconocido en varios rubros: turismo, deporte, cultura, hortícola, ganadero, etc.
Es tiempo de un nuevo intendente, que solo promete búsqueda de soluciones para grandes problemas, obras de infraestructuras de larga durabilidad y que no puede ser objeto de ninguna crítica porque carece de las mañas y vicios de los candidatos frenteamplistas.
El Nuevo Intendente, Marcelo Malaquina, llega en un momento justo: de plena confianza personal, de apoyo masivo popular (incluido frenteamplistas que temen a las represalias si son “descubiertos”), con aportes de ideas de personas calificadas y exitosas en sus rubros en el ámbito particular.
Además, rodeado de una fórmula preparada, formada y de recorrido real por el departamento, incomparable con lo que presenta el Frente Amplio que además de ser más de lo mismo, reitero, fueron quienes apañaron a un intendente caprichoso, infantil y siniestro a la vez.
¿Alguien en su sano juicio duda que es tiempo de el nuevo intendente?