María Auxiliadora
Por el Padre Martín Ponce de León
Casi siempre, una de mis dificultades en la elaboración de un artículo, es el poder encontrar un tema que me resulte adecuado y oportuno. Hace unos días le comenté a una persona que debía hacer artículo y ella me dice: “El sábado es María Auxiliadora porque es 24 de mayo. No necesita pensar un tema, sino que ya lo tiene. Escriba sobre María Auxiliadora” Aquí me encuentro intentando escribir sobre tal tema.
Sin lugar a dudas cada advocación de María no responde a otra cosa que a una relación particular que se establece con la persona de la madre de Jesús. Sus advocaciones responden a lugares o a actitudes que podemos encontrar en ella, pero siempre estaremos hablando de una única persona: María de Nazaret.
Cuando nos referimos a ella como “Auxiliadora de los cristianos” nos estamos refiriendo a nosotros ante situaciones complejas, difíciles o realidades que superan nuestras posibilidades personales y experimentamos la necesidad de ser ayudados para poder enfrentarlas debidamente.
Un auxilio no se solicita para algo que está dentro de nuestras posibilidades o para limitarnos a un efluvio piadoso. Un auxilio se solicita en realidades extremas que se deben enfrentar para aportar una solución o para buscar caminos para la misma.
Por ello es que resulta muy dificultoso poder poner esta advocación, únicamente, como un algo piadoso o expresión que, solamente se dice.
Establecer una relación de devoción con María desde el título de “Auxiliadora” es un compromiso que se nos debe hacer vital y cotidiano. Es asumir el desafío d intentar vivir a Jesús en la desafiante realidad cotidiana donde tantas situaciones nos superan y que debemos enfrentar.
María Auxiliadora es una advocación que implica tarea, compromiso y responsabilidad asumida. María Auxiliadora es una advocación que lleva consigo el enfrentar un desafío que, desde el comienzo mismo, se sabe difícil y exigente.
Como cristianos estamos llamados a ser Jesús para los demás y ello implica aprender, respetar, escuchar, comprender y acompañar. Bien sabemos que ello no es simple y, por ello “Auxiliadora de los cristianos ruega por nosotros”
Todo nos lleva a estar más ocupados en lo circunstancial que en lo esencial, aunque, bien lo sabemos, es esto último lo que nos dignifica como personas. Es por ello, que debemos no perder de vista lo esencial en todo lo que realizamos, por ello: “Auxiliadora de los cristianos ruega por nosotros”
Sabemos que ese maravilloso medio de comunicación que es el celular, posee la capacidad de incomunicarnos y debemos utilizarlo sin que llegue a encerrarnos en nosotros mismos, por ello “Auxiliadora de los cristianos ruega por nosotros”
Tenemos plena conciencia de que la realidad de la droga es una presencia común en nuestra sociedad. No solamente debemos ayudarnos a mantenernos al margen de la misma, sino que, muchas veces, debemos ayudar a que alguien abandone su consumo y, por ello “Auxiliadora de los cristianos ruega por nosotros”
Sería muy sencillo poder continuar con realidades cotidianas que se deben enfrentar y, lo sabemos, superan nuestras posibilidades y, por lo tanto, realidades donde debemos pedir ayuda para enfrentarlas con espíritu positivo y deseo de hacer un aporte a esa realidad que debe llenarse con los valores del Reino de Dios.
Por ello es que, sin dejar de mirar la realidad, poner nuestras manos en las manos de María y solicitarle nos ayude a ser fieles a Jesús y, por lo tanto, constructores de un mundo mejor y, para ello “Auxiliadora de los cristianos ruega por nosotros”