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Un conflicto sindical marcado por X y la inteligencia artificial

Por el Dr. César Signorelli
info@signorelli.com.uy
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El reciente conflicto en la pesca tuvo rasgos inéditos que lo alejaron de las clásicas tensiones entre empresarios y trabajadores del sector. 
Por primera vez, la controversia se trasladó con fuerza a las redes sociales y, además, incorporó el uso de inteligencia artificial en los procesos de selección de personal.
El 2 de junio la Cámara de Industrias Pesqueras (CIPU) anunció en X la paralización de la flota costera. Desde entonces y hasta agosto, la gremial utilizó más de 60 publicaciones para exponer su postura frente al Sindicato Único Nacional de Trabajadores del Mar y Afines (Suntma). Mientras tanto, el sindicato optó por vías más tradicionales, emitiendo comunicados de prensa.
El punto de partida fue la exigencia sindical de sumar un marinero en las tripulaciones de los 28 barcos de costa para cumplir guardias de timón mientras el capitán descansa. Esa práctica figura en reglamentos desde 1981, pero no en el convenio colectivo vigente, lo que generó el principal choque interpretativo.
Las cámaras empresariales, con apoyo de la Cámara de Armadores Pesqueros (CAPU), alegaron que la medida vulneraba la cláusula de paz del convenio. 
El Suntma, en cambio, sostuvo que esa cláusula solo aplica sobre aspectos incluidos expresamente en el acuerdo, argumento que respaldó el propio sub Secretario del Ministerio de Trabajo, Catedrático Hugo Barreto.
Pero el conflicto escaló en las redes con cruces. “Es mentira que la guardia no sea función de los marineros (...) lamentablemente no es posible dialogar”, publicó la CIPU el 14 de junio. Por su parte, el presidente del Suntma, Alexis Pintos, declaró a la prensa: “Siempre es lo mismo con esta gente”.
El 8 de agosto llegó el punto más álgido: las cámaras empresariales lanzaron un llamado abierto para tripulantes costeros, ofreciendo remuneraciones de hasta $ 10.000 diarios para marineros con libreta de embarque y $ 5.000 para quienes no tuvieran experiencia. 
Participaron de la convocatoria más de 8.500 interesados, de los cuales 400 contaban con habilitación formal, lo que fue calificado por el sindicato como de una “irresponsabilidad total”.
La polémica sumó un componente inusual cuando a mediados de agosto la CIPU anunció que las entrevistas a los postulantes serían realizadas por PIA (People Intelligence Assistant) un reclutador digital creado por la startup uruguaya Meet Pia. La herramienta, pionera en Latinoamérica, permite entrevistas automatizadas mediante un avatar digital que analiza tanto las respuestas verbales como el lenguaje no verbal de los candidatos.
Si bien el conflicto se fue desvaneciendo y varios barcos retomaron la actividad, se visualizó algo fundamental. 
Un sindicalismo apegado a métodos tradicionales frente a un empresariado volcado a la exposición digital y, por primera vez la irrupción de la inteligencia artificial en un sector tan tradicional como la pesca.