Por Andrés Torterola
En su visita a Salto, el Inspector Nacional de Trabajo y Seguridad Social, Luis Puig, fue entrevistado por CAMBIO. Puig informó que participó en una reunión tripartita sobre salud y seguridad laboral realizada en la Intendencia de Salto, instancia en la que estuvieron presentes directores de la comuna y representantes de ADEOMS. Durante el encuentro se analizaron diversos temas vinculados a las competencias de la Dirección de Trabajo, especialmente la necesidad de avanzar en criterios que permitan desarrollar las tareas en las mejores condiciones de salud y seguridad. En ese sentido, el inspector destacó que se ha venido progresando y trazando un camino de mejoras, aunque reconoció que aún queda mucho por hacer.
MARCADO POR DIFICULTADES
Puig subrayó que esta instancia tripartita, en la que participa la Inspección de Salud y Seguridad, deberá seguir consolidándose, dado que se trabaja en un contexto complejo marcado por las dificultades existentes en la Intendencia de Salto, particularmente tras el despido de 292 trabajadores, hecho que impactó directamente en la operativa y en la organización laboral del organismo. El jerarca señaló que el tema de salud y seguridad está en plena discusión, junto con otros asuntos que han ido surgiendo en el proceso. Aclaró además que no se trató de una reunión con el intendente, sino con directores de la Intendencia y representantes de ADEOMS. Dijo que a pedido del Plenario Intersindical de Salto estuvieron intercambiando opiniones y puntos de vista, indicó que los sectores de trabajadores plantearon inquietudes.
PROTEGER LA VIDA
En las últimas horas, un obrero de la construcción en Salto sufrió una caída desde una altura de dos metros mientras trabajaba. En relación con este hecho, Puig señaló que se está desarrollando una campaña de concientización, en el marco del Compromiso Nacional por la Vida, la Salud y la Seguridad en el Trabajo. Explicó que el objetivo es generar comprensión sobre un aspecto esencial: proteger la vida. Puig remarcó que no puede aceptarse como algo natural que un trabajador muera cada semana o cada diez días en accidentes laborales. Recordó que desde hace cuatro años el país enfrenta un nivel muy elevado de siniestros en el trabajo y que se está actuando para revertir esta situación, lo que exigirá un gran esfuerzo del Estado, los empleadores y los trabajadores. El inspector expresó su convicción de que el verdadero avance se logrará cuando se tome conciencia de que el trabajo debe estar vinculado a la vida, y no al accidente, el sufrimiento, la discapacidad o la muerte. En ese sentido, detalló que el planteo se dirige, en primer lugar, al Estado, que debe controlar y verificar; a los empleadores, que deben organizar el trabajo respetando la salud laboral; y a los trabajadores, quienes deben comprender que cuidar su propia vida es su tarea más importante.