Por Carlos Arredondo.
En setiembre del año pasado el parlamento de nuestro país aprobó la ley 19.829 (Ley de Gestión integral de Residuos – G.I.R.-). Dicha ley tiene por objeto la protección del ambiente y la promoción de un modelo de desarrollo sostenible, mediante la prevención y reducción de los impactos negativos de la generación, el manejo y todas las etapas de gestión de los residuos y el reconocimiento de sus posibilidades de generar valor y empleo de calidad. En ese sentido, desde el equipo técnico que asesora y acompaña la candidatura de Francisco Blardoni a la intendencia de Salto, se manejan dos ideas proyectos que apuntan a cambiar radicalmente el destino final de los residuos, atendiendo las exigencias de la recientemente votada ley
TRATAMIENTO DE RESIDUOS
El Ing. Agr. Anibal Núñez, además de ser integrante de la fórmula que encabeza el empresario Blardoni, integra el cuerpo de técnicos que, desde distintas aéreas contribuyen a la elaboración del plan de Gobierno que el candidato presentará a la ciudadanía. Núñez, fue entrevistado esta semana en el programa “La culpa no es del chancho”, que se emite por TurísticaRadio (1410 AM), donde se refirió específicamente a dos proyectos que apuntan a atender las demandas de la nueva ley y que impulsarán en caso de acceder a la jefatura departamental. «La Ley 19.829, fue votada el 18 de setiembre de 2019, y otorga un plazo de 10 años a los 19 departamentos para que ordenen y cambien la manera de tratar el destino final de los residuos que se generan», comenzó explicando. Destacó que por primera vez existe una ley nacional sobre el destino final de los residuos, lo que era una enorme carencia y hacía que cada municipio manejara el destino final de los residuos de la manera que creía conveniente. «El objetivo de esta ley es proteger el medio ambiente, propiciando un modelo de desarrollo sostenido, mediante la prevención y reducción de los impactos adversos de la generación y gestión de los residuos. así como el reconocimiento éstos – de los residuos – como un recurso reutilizable y reciclable, capaz de generar valor y empleo» dijo el profesional..
EL PROYECTO PLANTA
Al momento de explicar en qué consiste la idea que están manejando, Núñez dijo que «El proyecto se encuadra en el concepto de economía circular, que es la que optimiza el uso de materiales, dando una segunda vida a los residuos y potenciando el desarrollo de nuevas formas de negocios, y la creación de empleos verdes, sanos. Pero además la ley obliga a tener un plan Nacional de uso y deposición final de residuos, y en el mismo sentido obliga a cada departamento.
La idea es montar una planta de grandes dimensiones -que tendría un costo de unos tres millones de dólares, y existe un grupo inversor Brasilero que estaría dispuesto a realizar la inversión-. Los residuos llegan a la planta, «similar a un packing de frutas, con una cinta de clasificación que tiene la posibilidad de separar, metales, materia orgánica, plásticos, vidrios, etc».
LOS USOS DE LA
MATERIA ORGÁNICA
«Una vez llegados los residuos a la planta se separa la materia orgánica, a la que se le puede dar dos usos: Por un lado generar gas el que podría generar energía eléctrica, y por el otro sería la generación de compost, que podría ser utilizado para mejorar los suelos de la horticultura de Salto, que tienen una enorme pobreza en materia orgánica y obliga a los productores a usar mas fertilizantes, que tienen un efecto contaminante, y a su vez la falta de materia orgánica genera plantas más débiles. Este compost, reduciría drásticamente el uso de insumos como fertilizantes, reduciría el de agua, tendríamos plantas sanas, porque tendrían más autodefensas y se reduciría drásticamente el uso de agroquímicos. Además tendríamos una producción más saludable y mas agroecológica que es la vía estratégica para que la producción hortofrutícola de Salto dé un salto de calidad y podamos exportar». Núñez dijo además que, según los únicos datos oficiales existentes, muestran que en 2011, en Salto se producían 120.000 toneladas de residuos, por lo que no se descarta que actualmente sean algunas mas. Ante este importante volumen de residuos cabe la posibilidad de que llegue el momento en que comience a haber excedente del compost producido pues para el Ingeniero «el excedente se podría vender».
LA PASTA
«El resto de los residuos se transforman en una pasta que puede dar lugar a la fabricación de diversos productos, por ejemplo: si necesitamos tubos para alcantarillados es simplemente tener el molde y se podrá hacer. Podremos hacer cordón cuneta, tubos de desagües pluviales de los domicilios, baldosas, adoquines, en fin: diversos productos», dijo. El proyecto podría implementarse desde el sector público, como del privado, así como en asociación entre ambos sectores.
El profesional dijo que ya han tenido reuniones con un grupo inversor de Brasil, interesado en montar esta planta.
EL PROYECTO ECO MONEDA
Otro de los proyectos que en sentido de atender la ordenanza establecida en G.I.R., viene evaluando el equipo técnico, tiene como objetivo involucrar a diferentes organizaciones sociales y la ciudadanía en general.
Según contó Núñez implicaría generar una red. Proponer a instituciones, como puede ser el Centro Comercial, que pasaría a ser un pilar fundamental, básicamente por la amplia red de comercios que podrían participar. Una empresa recicladora para el caso de de envases plásticos, envases PET, cartón y aluminio. Y la población en general, que pueden ser familias o estructuras organizadas, como el caso de comisiones vecinales, organizaciones como la de los hurgadores, núcleos barriales, jóvenes que quieran trabajar, comisiones de fomento de las escuelas, etc,. El proyecto implicaría montar puestos móviles donde estas organizaciones llevan estos materiales debidamente separados. Allí se los pesa y se les pagaría con una eco moneda, o moneda social, que se crearía solo para el territorio del departamento de Salto. Esos puestos móviles implicarían solo un camión, una balanza, y dos o tres persona que operen el puesto. La moneda podría llamarse «eco salto» y se les pagaría con eso. La idea es que cada «eco Salto» valga un peso, y los comercios que participen del proyecto la reciban. Luego los comercios los cambiarían en la empresa recicladora por pesos uruguayos.
«Con esto reduciríamos sustancialmente la contaminación ambiental, los costos operacionales de la intendencia y los municipios, generaríamos espacios limpios, y generaríamos ingresos a una población que hoy no lo tienen y tienen que apelar a rifas y ventas varias», afirmó.
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