miércoles 27 de noviembre, 2024
  • 8 am

Que la crisis no la paguen los trabajadores

Gustavo Chiriff
Por

Gustavo Chiriff

183 opiniones
Minervine

Téc. Univ. Gustavo Chiriff
Lista 1001 – Frente Amplio
Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) más de 195 millones de personas perderán sus puestos de trabajo al segundo trimestre del 2020 a causa de la crisis desatada por el COVID-19. En América Latina y el Caribe, la pérdida del empleo alcanzaría a 14 millones de trabajadores y trabajadoras. En Uruguay, 86.000 personas se han acogido al seguro de paro desde que el 13 de marzo comenzó la crisis por el COVID-19 y se estima que esta crisis afectaría en forma directa a cerca de un millón de trabajadores en sus empleos.
La contracción del empleo es la mayor desde la Segunda Guerra Mundial, las medidas de cuarentena y aislamiento alcanzan al 81% de la fuerza de trabajo a nivel mundial y las consecuencias del coronavirus sobre el empleo son más devastadoras de lo que las autoridades imaginaron en un comienzo, sobre todo en los trabajadores del sector informal, ya que las pérdidas imprevistas de los ingresos o de los puestos de trabajo, los está dejando en una situación de mayor vulnerabilidad.
La cuestión es cuál es la salida a la crisis: por un lado, están las medidas que llevan a la mayor concentración de capital en pocas manos en la historia de la humanidad, que han debilitado el rol del Estado y dejado a miles de ciudadanos a nivel mundial en la exclusión. Por el otro lado, medidas tendientes a la protección del empleo, la extensión de la protección social, que ponen en el centro al ser humano y particularmente al trabajador, garantizando el fortalecimiento del rol del Estado que garantice servicios públicos universales y de calidad.
América Latina ha sufrido ya, en la década del 90, los efectos de la “salida neoliberal”, fueron miles y millones de latinoamericanos empujados a la pobreza y el desempleo. Hoy en un continente en plena “disputa” entre sectores de derecha conservadores y progresistas, es fundamental definir una política regional para hacer frente a la crisis, retomar los espacios de encuentro y definir una salida basada en la autodeterminación y sin tutelajes.
Particularmente en Uruguay se propone desde el Frente Amplio, una salida a la crisis en clave de contemplar a los trabajadores, con tres objetivos fundamentales:
1- Preservar las y los trabajadores y las empresas
2- No aumentar la pobreza y la desigualdad
3- Preparemos para el día después, fomentando condiciones de crecimiento
Uruguay cuenta con fortalezas financieras y económicas que le otorgan margen de maniobra para afrontar este plan, ha logrado reducir sustancialmente la deuda neta con relación al PIB y mejorar significativamente el perfil de la deuda, y cuenta al mismo tiempo con líneas de prefinanciamiento que le permiten hacer frente a posibles contingencias y que en 2019 ascendían a 2200 millones de USD (superior a 4 puntos del PBI).
“Plan de Contingencia Sanitario Económico Social Coronavirus: https://www.frenteamplio.uy/noticias/download/506/1566/17“