viernes 18 de octubre, 2024
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Doña Irma Moreira cumple 100 años de vida y revela su secreto de longevidad: la tranquilidad

Por Karina De Mattos.
Doña Irma Moreira, es una ciudadana salteña que nació en Colonia Lavalleja y estará celebrando sus 100 años de vida el próximo 30 de abril. Tiene nueve hijos, 17 nietos y 18 bisnietos. Reside en el cerro desde hace muchísimos años y es muy querida por todos quienes la conocen.
Era deseo suyo antes de la aparición de la emergencia sanitaria por coronavirus celebrar su cumpleaños en la calle con todos sus vecinos. En la puerta de su casa se puede apreciar un pasacalle que dice: “La Irma Cumple 100”. Sus nietos comentaron a CAMBIO que fue idea suya el pasacalle y que desde que cumplió los 90 la misma Irma pretendía celebrar el centenario a lo grande y con todos los vecinos.Tras la llegada de la pandemia tendrán que celebrar distanciadamente y no podrá recibir todos los abrazos, pero no faltarán las salutaciones de sus seres queridos, y será agasajada por sus familiares y amigos más cercanos. Conversamos con Irma Moreira y nos comentó algunos de sus secretos.
-¿Qué recuerda de cuando era niña en Colonia Lavalleja?
-Era muy feliz, iba a la escuela, la maestra era muy buena. Colonia Lavalleja era un pueblito lindo, tranquilo, teníamos todo. Teníamos la escuela ahí no más, la iglesia, el almacén, todo cerquita. La escuela me quedaba a media cuadra. Si veíamos que iba a llover corríamos y no nos mojabamos. Nunca falte en la escuela, ni un día. Y la maestra era muy buena, no recuerdo como se llamaba.
-¿Su vida ha sido marcada por muchas situaciones?
-No he tenido grandes enfermedades, estuve enferma de una pierna y no pude caminar pero me curé en seguida. Me curé lo más bien gracias a Dios y al médico que ya es muerto, que me mandaba a hacer masajes, no quedé mal de la pierna quede lo más bien. Una de sus nietas la trae de nuevo al tema de conversación y le solicita cuente la historia de los tiempos que convivió con la tuberculosis en la sociedad. Resulta que un día Irma de niña vió cuatro cajones con sus procesiones luctuosas pasar por la puerta de su hogar, sintió mucho miedo de enfermarse y le dijo a su padre que no quería morir. Había mucha gente enferma de tuberculosis, y mi papá me dijo, mija vos no vas a morir, vos vas a quedar para semilla. Entonces así yo quedaba contenta, porque yo pasaba todo el día llorando, porque todo el día pasaban unos y otros vecinos con sus familiares en cajones, hubieron cuatro entierros en un día y yo le decía a mi papá que no quería morir”.
-¿Cuándo emigró de Colonia Lavalleja para Salto ciudad?
-No lo recuerdo exactamente pero yo era muy chica, la campaña estaba muy difícil, todo mal, no había pasto para los animales, se morían de hambre. Y mucha gente se enfermó de tuberculosis. Yo conocí a una señora que se iba a cuidar los animales, agarraba el mate y el termo y se iba pal monte a cuidar las vacas y ella se murió primero que las vacas, porque claro ella no se alimentaba, pasaba tomando mate amargo.
-¿Cómo se siente en estos momentos en los que va a cumplir 100 años?
-Me siento joven igual como siempre, no me veo que estoy vieja. No quiero quedar vieja.
-¿Cómo es un día en su vida?
-Todos los días lo mismo, charlado con los nietos y hablando con todos en la familia.
-¿Qué es lo que más le gusta hacer en un dia normal?
-A veces cambio de idea, en estos días no. Pero me entretengo con los nietos, no recuerdo cuantos tengo, la otra vuelta estaba contando y tengo un lote, bisnietos si tengo son muy pocos.
-¿Cuál es su secreto para la vida longeva?
-Para mi la clave es la tranquilidad y la paz, llevar una vida tranquila nada más, cuidando a los hijos y los nietos. Nueve hijos tengo yo. Pasamos lindo siempre, cuando yo vivía en campaña pasé bien y cuando me vine a vivir a Salto también. No tengo más secretos.
-Usted es tía de Federico Moreira. ¿Cómo vivía las competencia de El Grande?
-Federico se pasó con el ciclismo. Yo miraba sus carreras y era muy lindo verlo correr.