sábado 20 de abril, 2024
  • 8 am

Flora nativa: LAUREL

Ing. Agr. Tacuabé González Jiménez
tacuabenativo@yahoo.com.ar
Especie: Nectandra angustifolia (Schrad) Nees y Mart. ex Ness
Familia: Lauraceae.
Nectandra del griego necta = nectario y andro = masculino = estambre.
Angustifolia del latín; angustus: estrecho, y folia: hoja.
Laurel en Guaraní; Aju‘y = Ayuí
Nombre común: “Laurel miní,” “Laurel de río”.
Distribución: Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay.
Hábitat: Integrante importante en la composición de la comunidad vegetal del monte ribereño, en suelos húmedos y a media sombra.
Vive a orillas del río Uruguay, así como a orillas de sus afluentes y sus islas.
Tronco liso y de color oscuro, al igual que las ramas principales. Su corteza es rugosa y grisácea.
Ramas las más jóvenes, terminales o de rebrotes, cilíndricas y de color verde.
Hojas simples, alternas, glabras, (sin pelos), angostas, lanceoladas, de hasta 14 cm de largo, láminas 7 a 11 veces más largas que anchas, con ápice (punta) larga y aguda. Son falcadas, con forma de hoz, curvadas, con borde entero y peciolado.
Recocer esta especie por sus hojas evita confundirlo con otros árboles, que tienen hojas con alguna característica similar, como Sauce, Curupí o Mataojo.
Follaje con brillo destacado en las frondas del monte, reconociéndose de otros árboles con los que comparte el espacio. Es persistente. Forma una copa globosa y densa.
Flores: Abundantes, hermafroditas (con ambos sexos en la misma flor). Pequeñas, blanco – amarillentas. Dispuestas en racimos laxos, axilares (en la base del pecíolo), en el extremo de las ramas. Florece a fines de invierno, principios de primavera.
Fruto: Baya ovoide, verde en su desarrollo y oscura con manchas a la madurez, lustrosa de 15 mm de largo. Se destaca que el fruto está contenido en un receptáculo cupuliforme, persistente, que cubre su base. Fructifica en primavera.
Semillas. Una por fruto, de 1 cm de largo.
Multiplicación: Se reproduce por semillas que las dispersan las aves, el viento o las corrientes de agua. Prospera con facilidad, cuando se deposita en el mantillo.
Lugares de observación. En la ciudad de Salto se puede ver y disfrutar la presencia de Laureles en: Costanera Sur, Costanera Norte, arroyos Ceibal, Sauzal, Espinillar y Laureles. En los Parques “Vaimaca Pirú”, “Harriague” y “Rumbo al Ayuí”.
Es posible encontrarlo con frecuencia, aún en espacios muy antropizados.
Arroyo Laureles. Sus nacientes se ubican al este de la avenida Líber Seregni casi Apolón de Mirbeck, en la proximidad se construyó un complejo de viviendas que adoptó el nombre Laureles.
Luego del cruce de la avenida Seregni, el arroyo fue desviado y canalizado. El nuevo cauce principal va por el lado sur de la avenida Apolón, donde el arroyo circula dentro de grandes caños de cemento recientemente instalados y un cauce secundario circula por un canal de cemento entre fondos de casas y bordes de calles. El curso de agua queda a “cielo abierto” luego de pasar Camino del Éxodo y continúa, cruzando las manzanas, hasta la calle Saturnino Rives donde recibe nuevos aportes hídricos. Sigue por un canal paralelo a esta vía de tránsito unos 400 m, retoma su cauce natural dentro del Parque Indígena “Vaimaca Pirú”, bordeado por el monte ribereño nativo.
Antes de cruzar la costanera Norte y desembocar en el río Uruguay, se muestran hermosos ejemplares que le dan razón al nombre de arroyo Laureles.
Es oportuno recordar que en el departamento de Salto existe también otro arroyo de mayores dimensiones, así como también una población con el nombre Laureles.
Desde el punto de vista estético, es una especie que no muestra cambios significativos durante el transcurso del año, ya que es un árbol que mantiene su follaje siempre verde.
Pero si observamos con atención es posible notar variaciones al momento del recambio foliar. Se aprecia en el transcurso del invierno hojas aisladas amarillas, en ocasiones rojizas antes de desprenderse; se acumulan en su rntorno, colaborando con la protección del suelo.
La aparición de sus flores claras no pasa desapercibida; sobre todo para las abejas y otros insectos que aprovechan para colectar néctar y polen.
Durante la fructificación se aprecian los frutos de color oscuro a la madurez, que sirven de alimento a algunas especies de aves.
Reiteramos el valor ornamental por su aspecto general: una masa verde, compacta y brillante sostenida por un tronco robusto y oscuro.
No es una especie muy cultivada en nuestra ciudad, pero debería ser considerada en nuevos proyectos de urbanización .si se cuenta con el espacio adecuado.
Demás está decir que por su ubicación y frecuencia dentro de los montes ribereños, hacen de esta especie un gran protector del suelo, defendiéndolo intensamente contra los procesos erosivos.
Como tantos vegetales nativos el Laurel también es usado en la medicina popular.
En la familia botánica de las Lauráceas hay 6 especies nativas:
2 especies de Nectandra, (una de ellas es el motivo de esta nota),
3 especies de Ocotea
1 especie de Cinnamomun
Es interesante comentar, que en la ciudad de Salto hay 4 especies de Lauráceas no nativas o exóticas muy conocidas, que se encuentran sobre todo en predios particulares: el Canelo (Cinnamomun zeylanicum) y Alcanfor (Cinnamomun camphora) que despliegan su corpulencia inocultable. La Palta (Persea americana) de frutos comestibles y el Laurel (Laurus nobilis) que condimenta nuestras comidas.
Laurel del río
Eduardo Haene – Gustavo Aparicio
“Muchas de las islas del río Uruguay, a la altura de Entre ríos, aún conservan el esplendor de sus selvas ribereñas que describieron con asombro los naturalistas viajeros del siglo XIX, cuando esa región era el reinado absoluto del tigre o yaguareté. Hoy, aunque el gran felino desapareció, el responsable primario de la belleza de estos montes es el Laurel de río. Forma densos bosques sobre las costas, que nos recuerdan al Sauce criollo por el largo y finura de las hojas y su movimiento pendular con el viento; sin embargo son de una tonalidad verde más oscura y, vistas de cerca, lisas y con brillo tenue.”
Bibliografía consultada:
Brussa, C.; Grela, I. 2007. Flora arbórea del Uruguay.
Haene, E.; Aparicio, G. 2001. 100 Árboles Argentinos.
Lombardo, A. 1964. Flora arbórea y arborescente del Uruguay.
Rodríguez, E.; Aceñolaza, P.; Picasso, G.; Gago, J. 2018. Plantas del bajo Río Uruguay: Árboles y Arbustos. Volumen I. Comisión Administradora del Río Uruguay- C.A.R.U.