martes 16 de abril, 2024
  • 8 am

«Primero hay que resolverle los problemas a los productores de ovinos»

Hace ya un tiempo que hemos marcado en varios informes del mercado lanero y además en entrevistas con varios actores del rubro ovino, la importancia de avanzar hacia un trazabilidad en el ovino, pensando en sus dos principales productos, por un lado la lana que ya tiene varias certificaciones y productores que «trazan» su lana en nuestro país y por otro lado en la carne ovina, que cuenta con una trazabilidad a nivel de los compartimentos. Esto generó posiciones encontradas en diferentes integrantes del rubro y es normal que así sucediera, porque de la discusión de las ideas surge el camino a seguir.
En las pasadas semanas dialogamos con el presidente del Secretariado Uruguayo de la Lana, Miguel Sanguinetti, sobre su visión del tema. El productor recordó que el cambio en la grifas otorgadas por el SUL, ha generado mucha crítica hacia la institución, y explicó que el cambio va «por ese lado, pensando que la grifa que coloca el SUL es una certificación y como queremos que sea realmente sea una certificación queremos poder controlar lo que hacemos».
Si bien dijo que «ese cambio que hicimos de eliminar la grifa celeste fue quizás un poco apresurado y dejo gente media descolocada» remarcó que «con el correr del tiempo el que sea productor de lana y de calidad va a tener una buena certificación» además dijo que se debe «ir un poco más allá» del acondicionamiento y «que se pueda certificar todos los productos que se han usado en el año para combatir lo que todos sabemos que son los problemas de piojo, etc».
Sanguinetti explicó que esto son «cosas que hay que ir conversando y hay que irlas planteando y sin duda que la gente va tomar el camino de trazabilidad con los lanares en la medida que tengo que resultado económico. Cuándo vea la zanahoria delante, la gente va a ir hacia allí». En este sentido reconoció que en el caso de los compartimentos ovinos «ya hay gente que hace estas cosas, se complica un poco, coloca la caravana, saca sangre de los corderos, porque el compartimento tiene un plus y creemos que tiene que ir por ahí».
Al mismo tiempo fue claro al señalar que cómo presidente del SUL, «hoy en día en poner la trazabilidad obligatoria, no es el momento ni estaría de acuerdo, creo que hay que plantear las cosas y que los productores elijan por donde quieren caminar. Yo creo que ese es el camino, por ahora y por unos años más. Capaz que dentro de diez años hay que pensar en otra cosa, pero por ahora creo que es ese camino y bueno sin duda que todo tiene que estar relacionado a que el productor tengo un premio económico».
Respecto a la situación de la lana, mirando un mercado que demanda cada vez mayores certezas sobre las prendas de vestir que se coloca en la piel y por ende de la calidad de la lana, su sustentabilidad ambiental, el bienestar animal, etc. Sanguinetti dijo que «creo que primero, para mí, hay cosas que son primero que eso. Y es resolverles todos los problemas a los productores que tienen los ovinos. Antes de plantearse esas cosas me gustaría resolver todos los problemas que tenemos y que estoy seguro que lo vamos a resolver. Cada día que pasa estamos más cerca resolverlos».
En este caso de la lana, Sanguinetti puso como ejemplo el trabajo de acondicionamiento y trazabilidad de la lana que realiza el vicepresidente de la institución, Alfredo Fros, en su establecimiento. «Tiene lanas de muy buena finura, un trabajo que viene haciendo hace muchos años y es integrante del Crilu. Esquila y acondiciona en el galpón de la estancia y después esa lana tiene una trazabilidad que termina en un container en Italia y creo que está bueno que sea cosas pasen. Por supuesto que a mí me gustaría que pasara por la industria uruguaya y que también fuera un tejido uruguayo hecho con manos de mujeres uruguayas y terminará en una tienda en Europa. Eso es lo que me gustaría, pero bueno las cosas todavía no son así y creo que hay que trabajar en ese sentido».
Sanguinetti señaló como «una buena señal» que el Estado cambiara la devolución de impuestos a la exportación de tops, del 3% al 6%. «Quizás hay que trabajar más en ese sentido y también en la industria textil, que va a ser diferente de las que teníamos. Más chica, menos cara y con una maquinaria mucho más automatizada. Vemos pequeñas fábricas en China con máquinas, totalmente computarizadas y eso hace bajar esos costos».
El productor ovejero trazó un paralelismo entre el vacuno y el ovino, diciendo como ejemplo que se «exportan terneros en pie y después por otro lado sale una carne de alta calidad, creo que tiene que ser por ahí. Que el productor tenga todas las posibilidades». Concluyó señalando que «si hay un mercado que paga lana certificada, con una certificación donde se sabe perfectamente lo que se hizo con esa oveja de un año otro y lo que se hizo con esa lana arriba del lomo, bienvenido sea. Si hay mercados que lo pagan lo que nosotros tenemos que hacer es decirle al productor miren, estas son las oportunidades y depende del productor adoptarlas o no».