Cuando el Padre Emilio Ghidotti enfermó, de inmediato se conformó un grupo de integrantes de la comunidad de la Catedral que se denominó: “Amigos del Padre Emilio” y que se dedicó desde su fallecimiento a mantener vivo el recuerdo del sacerdote italiano. Uno de los refeentes de este grupo Norberto Sagnol, recordó junto a CAMBIO el día en que despidieron al cura cantándole “Las Mañanistas” en la ventana de la Curia en la mañana en que viajaba a Italia para someterse a un tratamiento. Ghidotti ya no volvería más, pero ese recuerdo se mantiene vivo en la memoria de quienes participaron de ese momento.
SORPRESA MAÑANERA
Sagnol dijo que a las 6 de la mañana de diciembre del 2003 un grupo de integrantes de la comunidad de la Parroquia Catedral “nos citamos al pie de las ventanas de la Diócesis de Salto, para testimoniar nuestro afecto a un querido cura. Cuando el día comenzaba a clarear con la complicidad de alguien que desde el interior abrió una ventana, comenzamos a cantar «Las Mañanitas» mientras el regocijo y las lágrimas se apoderaban de nuestros corazones. Luego se abrieron las puertas de la casa y un grupo más reducido ingresamos para rodear el lecho del Padre Emilio Ghidoti, quien nos recibió con una sonrisa y un regaño, diciéndonos con aquel carácter de tano rezongón, que esperaba le cantásemos una canción italiana”, dijo. “En la noche la comunidad toda, -colmando el templo y en emotiva ceremonia-, le testimonió el afecto que Emilio había ganado. Ha pasado el tiempo y aquel grupo de sus más cercanos amigos sigue inamovible. Lo recordamos cuando muy joven llegó a esta tierra difundiendo el evangelio, oficiando misas en la catedral, en el Colegio Sagrada Familia, María Auxiliadora e Inmaculada Concepción”.
UN CURA DE CERCANÍA
Sagnol dijo que “Son incontables los niños y jóvenes que recibieron su cristiana enseñanza. Los adolescentes que con su consejo se iniciaron en el estudio y el trabajo. Los cientos de parejas que se formaron al amparo de su mirada y sus consejos. Emilio vivió junto a nosotros 50 años de su vida.
Fue fundamental junto a Marcelo Mendiarath en la organización de la visita del Papa Juan Pablo II ocurrida en el año 1988. Los jóvenes lo adoraban y buscaban su palabra, cosa que él disfrutaba, permitiendo que muchos lo tutearan, logrando de esta manera hablarles en su mismo idioma.
Era frecuente verlo en las tardecitas parado en la vereda del templo, esperando por una conducción que lo llevase al Hospital a visitar a un enfermo grave. Por las mañanas visitaba ese hospital y los sanatorios y con su fuerte voz decía a los enfermos. Vamos arriba ese ánimo que aquí llego el padre Emilio. Y los enfermos sonreían mientras el cura abría sus manos para depositar en cada aposento un puñado de caramelos y su palabra de aliento. Yo lo ví siempre como un amigo, como un ser humano común, con el que a veces estaba de acuerdo y otras no, cosa que él aceptaba no sin antes reprocharme por alguna tarea incumplida. Recuerdo sus palabras. «Los enfermos y los humildes no solo necesitan que los acompañemos con palabras de aliento. Es necesario nos metamos debajo de su piel para ayudarlos».
UN TIEMPO DE ESPERANZA
En este tiempo de pandemia, de tanta inseguridad y soledad. cuanto bien nos hace recordar a Emilio y a tantos sacerdotes que estuvieron y están hoy al servicio de sus semejantes. Para escuchar, para acompañar a los más necesitados. Y al recordar a Emilio también hacerlo con quienes lo precedieron como Monseñor Viola, Azandri, Bernardi, Monseñor Nicoloni, Monseñor Gil, Monseñor Mendiarath, Fernando Pigurina, Giusto Squizatto, Fermín Gambarini y tantos otros que mis cansados años ya no recuerdan. Ellos nos dejaron una huella.imborrable.
Nuestro compromiso es recordarlos porque edificaron los cimientos de nuestra comunidad.
Y renovar nuestro esfuerzo para caminar junto a los sacerdotes que nos acompañan hoy – y no dejarlos solos. Seguramente Emilio desde algún lugar del Universo aprobará este pedido.
A las nuevas generaciones que no vivieron este tiempo, debemos recordarles que ellos son el hoy y el futuro. Que la iglesia y la comunidad tiene sólidos cimientos. que ellos deben mirar, puesto que esos cimientos les indicaran el camino a seguir”.
Locales Titulares del día