sábado 27 de julio, 2024
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Un año de la pandemia: psicólogo informa cuáles fueron las afecciones generadas por el Covid-19

Por Andrés Ferreira.
Se cumple un año de la pandemia por el Covid-19, el pasado 13 de marzo de 2020 el virus ingresaba a nuestro país presentando un caso en Montevideo y otro en Salto. Los números de contagiados y fallecidos fueron cada día más importantes, eso los salteños lo conocían a través de los medios de comunicación. Por este motivo CAMBIO entrevistó al psicólogo Bruno D’Angelo, recabando información acerca de su visión como profesional en psicología acerca de la pandemia en distintos ámbitos en nuestro departamento.
-En este primer año de la pandemia. ¿Cuáles fueron las afecciones psicológicas más comunes en la población?
-El estado de agobio, angustia, miedo y ansiedad fueron manifestaciones generalizadas presentes, durante un confinamiento que impidió a las personas contar con recursos rutinarios que ejercían de apoyo para muchas de ellas. La adaptación a esta nueva realidad dependió directamente de los factores de riesgo y protección presentes en las personas. En el caso de aquellas con problemas de salud mental, se vieron ante el enorme desafío de evitar agudizar sus síntomas. El síndrome de burn out, se vio incrementado en trabajadores que realizando sus actividades desde el teletrabajo vieron aumentadas sus jornadas laborales, padeciendo desgastes ante una incapacidad de desconectarse.
-¿Por qué los adultos son los más afectados con medidas de distanciamiento social por ejemplo? Cuando pasan tiempo sin ver a sus familiares o allegados tal parece que caen en depresión…
-Aquellas personas que tuvieron la suerte de mantener su trabajo y verse inmersos dentro del teletrabajo, se vieron expuestos a realizar sus actividades en espacios inapropiados y compartiendo los recursos del hogar con los demás integrantes. El estrés ante un tipo de trabajo que no fue planificado y que de un día para el otro se lo fusionó con el ambiente doméstico de cada uno, dentro de un clima de tensión e incertidumbre, generó ansiedad y agotamiento emocional. Asimismo, las consecuencias económicas en las crisis, suelen ser hostiles y perjudiciales con la lucha de la prevención de suicidios. Por lo cual es necesario no bajar los brazos en la identificación y continuar con el cuidado de los más vulnerables. En el caso de los niños, no conocemos aún el impacto que generará a largo plazo la pandemia en el desarrollo de los más chicos, pero si se comienza a visualizar que la falta de interacción social influyó en su neurodesarrollo, y presentó en muchos casos problemas emocionales debido al cambio brusco en sus rutinas.
-¿Cómo se adaptaron las instituciones y empresas a las medidas sanitarias o la nueva normalidad?
-En el caso de las empresas se vieron inmersas dentro de una situación que forzó a redefinir expectativas en base a los recursos que contaban ante las nuevas condiciones. Esto significó evidenciar la importancia del cuidado del trabajador para potenciar la labor. A su vez, en aquellas instituciones que trabajan con niños y sus familias, se constató la importancia de trabajar en conjunto con las familias, para brindar contención y apoyo tanto a al niño como al resto de la familia, que ejercen el rol de agentes de salud mental.
– ¿El trabajo profesional de los psicólogos tuvo algún cambio?
Para la práctica del psicólogo así como aquellas personas que trabajan en salud mental, fue primordial identificar que elementos afectivos eran necesarios atender ante el confinamiento y el estado de vulnerabilidad generado por la pandemia, previniendo y actuando ante sus efectos. Y de este mismo modo, reconocer con que recursos contamos para cuidarnos sin descuidar a los más vulnerables. Esto significó generar una reorganización laboral para brindar respuestas ante un contexto socioeconómico que también nos atravesó.