Por el Dr. Pablo Perna
Pablo Estramin cantaba: “Cuando quieras estudiar, morís en la capital. Cuando quieras progresar, morís en la capital”. En la actividad política observamos que sucede exactamente lo mismo; los dirigentes del interior trabajan arduamente para obtener miles de votos, gastando suelas de zapatos y mucho dinero, en cambio en la Capital, en variadas ocasiones, vemos políticos que caminan poco, invierten escaso o nulo dinero y lo peor de todo es que carecen de votos genuinos, colgándose del “líder” de turno. Al momento de hacer las listas para el Senado o Diputados, así como también las designaciones a cargos ejecutivos, son los primeros en posicionarse, simplemente por haber estado cerca del candidato en la Capital.
Jorge Larrañaga, nacido en Paysandú, observó desde temprana edad las desventajas de poder triunfar en política nacional siendo del interior. De esta manera se recibe de Abogado y su carrera política la comienza en 1985 cuando es electo Edil por Paysandú; en 1990 es electo Intendente con tan solo 32 años, convirtiéndose en uno de los Intendentes más jóvenes en toda la historia del país; es reelecto en 1995. En 1999 es electo Senador, cargo que mantuvo hasta el 2019. En 2004 gana las elecciones internas a Luis Alberto Lacalle, por lo que se postula como candidato a la Presidencia por el Partido Nacional. Si bien es derrotado por Tabaré Vázquez en primera vuelta, logra posicionar nuevamente al Partido Nacional con el 35 % de votos. Luego de su derrota es designado Presidente del Honorable Directorio del Partido Nacional.
En el 2009 se presenta nuevamente a las elecciones internas y pierde con Lacalle Herrera, pero acepta ser candidato a la vice Presidencia, siendo derrotados por la dupla de Mujica y Astori. En el 2014 pierde nuevamente la interna, pero con Luis Lacalle Pou y jura no volver a subir las escaleras del Honorable Directorio del Partido Nacional. En el 2018, retorna al ruedo proponiendo la reforma constitucional “Vivir sin miedo”, donde primero anunciaba “Mano firme” y luego cambia su discurso por “Mano dura” contra la delincuencia. En el 2019 pierde las elecciones internas ganando nuevamente Lacalle Pou, posicionándose en un tercer puesto, siendo derrotado inclusive por el enigmático empresario Juan Sartori.
No obstante los resultados electorales de la interna, una vez ganada la Presidencia por la Coalición, Lacalle le ofrece que sea el titular del Ministerio del Interior, el cual acepta sin objeciones. Ni bien asume es azotado por la pandemia del COVID 19, no obstante, con políticas de “Mano Dura”, logra objetivamente la reducción de los delitos de homicidio, rapiña, hurto, violencia doméstica y abigeato.
¿Cómo logra obtener la exitosa carrera política siendo hombre del interior? En su segunda Intendencia (95-00), logra juntar a los líderes del Partido Nacional del interior, de esta manera nacía el “Grupo de los Intendentes”; Leis por Lavalleja, Burgeño por Maldonado, Da Rosa por Tacuarembó y Campanella por Treinta y Tres. Este será el origen de “Alianza Nacional”, grupo que será liderado por Larrañaga y que le permitió lograr los objetivos trazados. Si bien no logró ser Presidente del Uruguay, no existe duda alguna que de no haber sido por su abrupta y repentina muerte, el más alto honor de la República le hubiese correspondido.
Su mérito político es haberse consolidado como líder indiscutible del interior y luego nacional, con cimientos y valores sólidos y firmes, sin mentir y manipular a las personas, con discursos frontales y contundentes y no payasescos o de barricada. Estas características no la hemos visto ni siquiera con líderes del Partido Colorado que pertenecen al interior, con algunas honrosas excepciones, por lo que la figura de Larrañaga nos genera admiración y el mayor de los respectos. Vaya nuestro saludo a la familia de Larrañaga y en especial al honorable Partido Nacional.
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