Téc. Univ. Gustavo Chiriff 1001- Frente Amplio
En este mes, el Poder Ejecutivo presentó los lineamientos para la 9ª ronda de Consejos de Salarios del sector privado. No se presentan en estos, elementos que tiendan a frenar la caída del salario y se propone que el salario real medio va a terminar el quinquenio recuperando los niveles de 2019, produciéndose una caída del peso de la masa salarial en el PBI total; estas pautas presentadas son regresivas, por las implicancias que tienen sobre la evolución del salario real como por la introducción de planteos que rompen con la lógica histórica de la negociación.
Nuevamente la aplicación de las recetas neoliberales de las políticas económicas, impacta sobre el bolsillo de los trabajadores aumentando la desigualdad de la distribución del ingreso. Dentro de este escenario, en dos años el trabajador recupera solo el 1,6% de los 4,2% perdidos desde el inicio de este gobierno y debería esperar la promesa de poder recuperar el 2,6 % restantes en el último año y medio de gestión, según lo establecido por el gobierno. Pero aun así se evidenciaría una pérdida importante de salario real, cuando se pronostica un crecimiento del PBI en el quinquenio del 6,6 % y el salario real medio no crecería más de un 4,3 %, llegando posiblemente al 2024 a un poder adquisitivo menor al que se tenía en el 2019.
El gobierno, en su concepción economicista, considera que los costos laborales son la variable de ajuste, no destinando más recursos para apuntalar la economía y que esta genere empleo. No se plantea ningún un mecanismo de incremento adicional para los trabajadores de salarios más sumergidos, a los efectos de recuperar el poder adquisitivo que se vio afectado por la situación de crisis.
Este planteo, toma como base de que la pandemia produjo que algunos sectores de actividad se vieran muy afectados negativamente, mientras que otros en menor medida, pero sin tener en cuenta que hubo sectores que crecieron y aumentaron sus ganancias durante la pandemia, como son los casos de varias ramas del sector agroexportador y de la agroindustria, así como ciertas actividades de servicios vinculadas a estos rubros. En estos casos, los trabajadores, que en particular en las actividades primarias, son además de los peores remunerados en la economía, vieron disminuir su salario y deberán que esperar más allá de los 2 años para su recuperación, aun cuando la rentabilidad empresarial no se ha visto afectada.
Por otra parte, el sector financiero tuvo una muy buena rentabilidad en 2020, además de otras actividades de servicios también. De las 100 mayores empresas exportadoras de bienes, más de 70 de ellas han exportado más en este primer semestre de 2021 que en el de 2019 (prepandemia). Nuevamente a los mallade oro no se les exige el sacrificio que si se les impone a los trabajadores, que ven disminuir su salario real, cuando grandes sectores agroexportadores crecen por encima de lo previsto, pudiendo al menos obtener de estos, los recursos para apoyar a los sectores más afectados por la crisis.
Todo esto afectara los ya deprimidos ingresos de los hogares y llevara al empobrecimiento de la población, resintiendo el consumo interno, haciendo postergar la recuperación de un grupo importante de sectores y emprendimientos. Nuevamente la idea del derrame es para unos pocos, crece la economía beneficiando a grandes sectores y postergando a aquellos que son la parte más importante en la producción del país, la salida de la crisis no es más que un derrame lento de dificultades para la clase trabajadora.
