martes 7 de mayo, 2024
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Miguel ‘Rata’ Ibero: «lo mío era jugar; nunca una patada» Desde el glorioso Peñarol del 69′ y la Supercopa con Salto Uruguay

Se fue jovencito a Montevideo en aquellos viaje des un día entero en tren. Allá se codeó con Spencer, Joya, Rocha, Abadie, Goncálvez… y tantas estrellas del Peñarol de los 60′. A su retorno, con el aurinegro salteño conquistó el recordado título del 69′ y con Salto Uruguay la Supercopa de OFI del 73′. Otra gloria del fútbol salteño, Miguel ‘Rata’ Ibero, relató su historia a CAMBIO.
«Nací un 17 de octubre y me crié en calle Uruguay y Yatay en el barrio Progreso, de donde era toda la familia Ibero, mi padre Pedro Antonio y mi madre Mauricia Moreira, de Colonia Lavalleja, en una familia compuesta de 8 hermanos, 4 varones y 4 mujeres. Desde que tengo uso de razón jugué al fútbol en un campito frente a mi casa, con mis hermanos y otros vecinos. Yo tenía la virtud de pegarle a la pelota con los dos perfiles, las dos piernas como se dice, aprovechaba mi velocidad, me gustaba gambetear, jugar, por eso triunfé como puntero en una época en que salieron grandes jugadores. Jugábamos en el campito de Carrascosa o en la esquina en un terreno de Pirotto, donde se juntaba mucha gente para jugar. Muchas vivencias».
«Recuerdo los campeonatos de gurí en la Plaza de Deportes, donde estaban el profesor Raúl Banfi y su señora, el profesor Ferreira, el profesor Salvi, lo que me dio la oportunidad de jugar en una selección nacional de baby fútbol. Ahí jugaba de zaguero central, y ojo… en esa época tanto en el campito como en los campeonatos de la Plaza de Deportes jugábamos descalzos, no había plata para comprar zapatos de fútbol, eran muy caros en esa época. Con 13 años me inscribí en la Liga Salteña para jugar en la 4ª de Ferro. El técnico era la ‘Mona’ Volpi, formador de muchos jugadores de Ferro que terminaron jugando en primera y siendo campeones. Cuando jugamos de visitante recorrimos Salto en la ‘Bañadera’ de Moreni. Cuando jugábamos de local lo hacíamos en cancha de Santa Rosa, donde está El Revoltijo. Un día salgo del vestuario, miro el pizarrón de primera y estaba yo. El técnico era Juan Carlos Cantos, que había jugado en Nacional de Montevideo; un gran jugador, era ‘5’, además veía muy bien el fútbol. De él aprendí mucho, me dejó una linda enseñanza, me ascendió a primera, donde estaban ‘Maño’ Ruíz y Ruben Grassi, Jacinto Silveira, Clive Pérez. En 1963 fue mi debut en 1ª, con Hindú en Dickinson, que tenía un cuadrazo. El golero era Moisés Vallejos, al que le hice un gol. Yo no fumaba, no tomaba, me cuidaba mucho como deportista, aunque antes no había tanto vicio como ahora. Lo que sí había era respeto entre los jugadores. Un placer haber jugado con ‘Maño’ y Grassi, yo siendo un gurí escuchaba muchos los consejos de todos, me cuidaban. En los tiros libre o de esquina me decían ‘quédate afuera del área que vamos nosotros, sos muy chico, muy flaco, adentro del área te van a atropellar y tirar contra los carteles’. Como era rápido, aprovecho que me queda la pelota, llego desde atrás y defino de volea. Fue de no creer. Además los defensas de Hindú, el ‘Cancho’ Oxandabarat y el ‘Chancho’ Aliani, que nenes, y un golerazo Moisés».
EN ENTREN A PEÑAROL
«Acá debuté en primera con 15 años y con 16 jugaba en la 4ª y 3ª de Peñarol profesional. A esa edad jugué en reservas y alcancé a ser suplente en primera de Juan Joya Cordero, cosa de no creer, en la era dorada de Peñarol de la década del 60′, en la que ganó todo, campeón de América y el Mundo en la final con Real Madrid, a estadio con 80.000 personas y me tocó jugar de preliminar».
«Antes en todos los departamentos había cónsules de los cuadros de Montevideo. Acá en Salto estaba Hermes Pereira Machado, que me vio jugar y me invitó para ir a jugar en Peñarol de Montevideo. Con 15 años, tuve que preguntar a papá y mamá a ver qué decían. Gracias al apoyo de ellos y mi familia me voy a Montevideo. Me tuve que ir en tren, un viaje de 24 horas para llegar. Por más que fue un viaje agotador, para un gurí fue hermoso recorrer gran parte del país, porque paraba en varias estaciones, conocí varios departamentos. Me acompañaron mi padre y mi hermano Hugo Ibero. Me llevaron a calle Maldonado, donde era la sede de Peñarol.
EL TÍTULO DEL 69′
«Me vine para Salto, en Montevideo fue una época que era difícil jugar en 1ª por los jugadores que había. Me faltó suerte, pensé que me iban a venir a buscar, tener otra oportunidad. Acá hablé con el ‘Chato’ González. Yo no tenía estudio, había ido hasta 6º de escuela, no quería trabajar en el Molino, un trabajo pesado. Así que empecé a practicar en Peñarol porque el ‘Lalo’ Ibáñez era el técnico, del que aprendí mucho, y en Peñarol pude tener un comercio, y empieza otra etapa de mi vida. En el año 68′ salimos campeones invictos de la ‘B’, les ganamos a todos, jugando de puntero izquierdo. En el 69′ hicimos un gran año en 1ª y jugamos la final con Ferro, que venía de un bicampeonato y le cortamos el ‘tri’, la final 4 a 3. Íbamos 4 a 1, pero hubo dos goles de Ramón Rivas de penal y uno de ‘Tachuela’ García; los de Peñarol, Quintana, Orestes Rolfo, ‘Paisano’ Finozzi y uno mío de tiro libre. Además jugando con mi hermano Hugo Ibero, que era el capitán. Ese fue otro recuerdo lindo que me dio el fútbol».

La Supercopa de OFI
y las selecciones, «otro lindo recuerdo»

«Después de Peñarol jugué en Salto Uruguay, donde salí campeón salteño y jugamos la recordada Supercopa de Campeones del Interior en el año 73′. Viajamos en avión, un grupo formidable de buenos jugadores, el ‘Negro’ Marín salió el mejor golero, Sofildo Piñeiro, ‘Peluco’ Silva, Linder Moreira, ‘Paraguay’ Etcheverry, ‘Colilo’ Maidana. El cuadro de Treinta y Tres tenía una selección, había traído jugadores de Montevideo, se armó para salir campeón. El primer partido jugamos con ellos y les ganamos 2 a 0, después ganamos los demás, recuerdo Porongos de Flores. El último partido fue ante un cuadro de San José y salimos campeones. Lindos recuerdos de cuando jugué en Salto Uruguay».
«Tuve la oportunidad de haber jugado muchas selecciones salteñas, el primero que me citó fue ‘Perucho’ González Acuña, también Raúl Banfi. Jugué junto a grandes en los viejos Litorales, cuando nos acompañaba mucha gente en camiones, excursiones, y en el Dickinson se metía 8.000 personas. Se jugaba fuerte pero sin mala intención».
«Después los campeonatos del interior con Tacuarembó, Cerro Largo, Colonia. Siempre digo que el fútbol me dejó conocidos y amigos. Cuando salgo a la calle no hay quien no me salude, los de mi época y mucha gente que me conoce por lo que fui en el fútbol, para mí un orgullo que todo el mundo me conozca y me salude. Otra cosa, a mí nunca me echaron de una cancha de fútbol, nunca un codazo, una pata. Lo mío era jugar al fútbol, que era lo que sabía hacer.»

A Máspoli: «¿Viste ese flaco que está ahí, las condiciones que tiene?»

Cuando llego me preguntan si llevé equipo. Le digo al técnico ‘vengo de Salto, recién llego’. Me dice a ‘usted es del departamento de la naranja’. Ya estaban practicando en una cancha de básquetbol que había al fondo de la sede. Me dicen ‘vaya ahí abajo y pida equipo para ponerse a entrenar. Después lo vamos a llevar a una pensión donde están todos los jugadores del interior y mañana lo van a pasar a levantar para ir a entrenar a Las Acacias’. Cuando llegó el técnico era Juan Agresta. Estaba el artiguense Luis Alberto Lamber, que después jugó en primera y se fue a Ecuador, Carlos Rodríguez, Wilson Presente, era una selección del interior, con representantes de varios departamentos».
«Estuve un año en cuarta, después me pasaron a tercera, que el técnico era Umpiérrez. Mi primer partido en el Saroldi, la cancha de River, con Roque Máspoli, y Lamblade le dice ‘¿viste ese flaco que está ahí, viste las condiciones que tiene?’ Cuando termina el partido me habla Máspoli, campeón del mundo en el 50′, que me hablara y que me presentara al otro día en Los Aromos para practicar con primera. No entendía nada, el ‘Cholo’ Ledesma era el técnico de reservas, también estaba Ceverino Varela, muchos suplentes de primera. Al sábado siguiente debuto en reservas en el Franzzini ante Defensor, donde también debuto con gol».
«Jugué de preliminar de la final de la Libertadores de Peñarol y River de Argentina, jugamos de preliminar de Peñarol y Real Madrid en un Centenario con 80.000 personas. Para mí fue algo inolvidable. Después jugué muchos clásicos con Nacional, donde además el premio era el doble porque era un clásico, donde jugaba Julio ‘Media’ Rodríguez, jugadores que bajaban de primera. Después compartí comidas, jugar el truco con Juan Joya Cordero, el ‘Pocho’ Cortés, Pedro Virgilio Rocha, el ‘Tito’ Goncálvez, Elías Figueroa que había venido de Chile, Luis Varela, el propio Alberto Spencer, cosas inolvidables de mi vida».