Un análisis de datos que realizó El País, en base a los 254 liceos públicos que tienen ciclo básico y que reportaron datos al Monitor Educativo de Secundaria, muestra que en 95 centros educativos hay más de un tercio de los estudiantes cursando con rezago. Referirse a “buenos” o “peores” centros educativos siempre es subjetivo, pero hay algunos indicadores que, fuera de toda “estigmatización”, sirven para cuantificar el éxito relativo de las instituciones. La promoción de los alumnos es un ejemplo. Esto mismo ocurre en los liceos públicos del país que obtienen peores resultados.
RINCÓN DE VALENTÍN
En Rincón de Valentín, en Salto, casi la mitad de la población tiene al menos una necesidad básica insatisfecha. Y en el liceo más de la mitad cursa con rezago. No por casualidad es el segundo centro educativo con peor promoción. En el liceo Javier de Viana, en Artigas, casi la mitad (43,4%) de los estudiantes quedaron repetidores en ciclo básico. El promedio de promoción es ese mismo ciclo es 86,6% y menos de un tercio del alumnado aprobó todas las asignaturas que cursó (cuando el promedio nacional es 65%). El “top 5” de las instituciones con peores niveles de promoción, siempre en base a lo reportado por el Monitor de Secundaria, lo cierran dos liceos de Montevideo: el N° 67 y el N° 33. En los dos, casi seis de cada diez estudiantes cursa con retraso. Y los dos locales están inmersos en contextos críticos (al este de Piedras Blancas y en La Cruz de Carrasco).
REFERENCIA CULTURAL
Para los especialistas hay una correlación entre el nivel educativo de una persona y el trabajo al que accede. Eso se traduce en mejores ingresos. A partir de ese vínculo siempre se usa los ingresos de un hogar (de los padres de un estudiante) como predictor del rendimiento educativo”, Una casa en la que haya libros y se estimule la lectura. Padres que dediquen tiempo para compartir, jugar y aprender con sus hijos. Reglas de juego claras que faciliten la concentración y la realización de tareas.
