Por Juan Carlos Ambrosoni
Semanas anteriores, en uno de los tantos jueves que el diario nos brinda parte de su página tres para expresarnos, escribíamos contextualizando la situación de por aquel entonces tenía la casa del Partido Colorado, ubicada en calle Larrañaga casi Artigas, donde describíamos su estado edilicio y argumentábamos los numerosos motivos para refaccionarla. Lo que hace escasas jornadas atrás era un deseo hoy está en proceso de convertirse en realidad, trayendo aparejada la especial alegría para la colectividad política colorada.
Se está cumpliendo. Generaciones y camadas de militantes y dirigentes lo requerían, pero por un motivo u otro, o vaya a saber por qué, pasaban los años, periodos de sufragios y no se acondicionaba el hogar en cuestión. Lo cierto es que hoy la casa de los colorados transita una etapa de plena refacción, dejándose en excelentes condiciones para que los correligionarios, ediles, legisladores y dirigencia en general puedan gozar de este gran lugar de encuentro y que tan bien ubicado se sitúa en el centro de nuestro departamento. El viejo anhelo casi que olvidado durante el pasar de los años fue revivido y reivindicado por la llama juvenil desde ya más de doce meses, ese fuego tan necesario y fundamental para cualquier comunidad política o social. Cuando el clima interno era gris por los magros resultados electorales es donde despierta el interés joven y vibrante de componer esa aspiración en una realidad. Las peticiones y reclamos fueron consistentes e intransigentes, lo que llevó a que se formase una comisión para concretar la obra y poner en marcha aquel deseo.
La casa cuenta con dos plantas, una en el llano y otra arriba que tiene una entrada distinta a la principal. La de abajo y más a la vista del transeúnte es la que peor se encontraba debido a sus humedades, deterioros y mal condición general. Es en esta, en la inferior, donde se trabaja incansablemente desde hace ya tres largas e intensas semanas bajo la labor y supervisión de un equipo de constructores que están dejando de forma muy linda y acogedora la propiedad. Revestimiento de paredes, cambio de iluminaria y arreglo del baño es lo que seguramente llamará a la atención de quienes ingresen a ella cuando nuevamente se le abran las puertas para reunirse y trabajar por la vida pública de nuestro departamento.
La historia e ideología de este partido no permiten otro asunto que no sea luchar por el porvenir y el bienestar general de los ciudadanos. Esta nueva situación nos encontrará con un lugar lindo, prácticamente “nuevo” por su asombrosa transformación, recibirá a todos los colorados y coterráneos cualquiera sea su procedencia política de nuestra ciudad que busquen cambiar los aspectos que nos aquejan como salteños ya sea a partir de la Junta Departamental, las fuerzas vivas o el mismísimo Palacio Legislativo. Desde ahí adentro emanaran nuestros sueños para luego en la calle construirlos en realidad. Para vernos quizás en un futuro no tan lejano trabajando en conjunto y a la par con integrantes de otros partidos políticos con el fin de depositar Salto en el sitio que se merece.
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