viernes 4 de julio, 2025
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¿Dictadura sindical?

Fulvio Gutiérrez
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Fulvio Gutiérrez

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Avisos judiaciales

Por el Dr. Fulvio Gutiérrez
En oportunidad de los graves conflictos sindicales en el puerto de Montevideo, la Cámara de Industrias Pesqueras del Uruguay (CIPU) y la Cámara de Armadores Pesqueros del Uruguay, denunciaron presiones del sindicato de la pesca y reclamaron la intervención del gobierno. Según ambas instituciones, la situación de conflicto con el sindicato es provocada por una “dictadura sindical”, que presiona para que quienes trabajen en el puerto, necesariamente sean afiliados al sindicado. Se denuncia que los trabajadores saben que si no se afilian no trabajan y, frente a esa disyuntiva entonces, la mayoría lo hace.
No me gustan las dictaduras. Ninguna de ellas. Ni de derecha ni de izquierda, ni política, ni sindical, ni nada. Aborrezco y rechazo todo aquel sistema de gobierno de cualquier entidad que tenga como objeto, procedimiento y esencia, el arrasar los derechos de las personas, por considerarse propietarios de la verdad. Me gustan las personas libres de pensamiento y acción, los que tienen ideas, y no se encasillan en ideologías. Como lo afirmaba el poeta griego Teócrito hace 2500 años, “los hombres libres tienen ideas, los sumisos ideologías”.
Por eso creo en la democracia en la cual su único dogma es la libertad. Nuestra Constitución en sus art. 7º y 72, protege a los derechos fundamentales del ser humano. Todos ellos y, entre ellos, la libertad. Pero la protege no solo en forma individual, sino cuando se ejerce en forma colectiva, esto es a través de un grupo o asociación. Por eso el art.39 dice que todas las personas tienen derecho a asociarse en forma lícita, y por eso, en el art. 57, establece que “La ley promoverá la organización de sindicatos gremiales, acordándoles franquicias y dictando normas para reconocerles personería jurídica”, declarando además que “la huelga es un derecho gremial. Sobre esta base se reglamentará su ejercicio y efectividad”.
En base a esos principios fundamentales, en nuestro país cualquier trabajador puede afiliarse al sindicato que quiera, o no afiliase a ninguno. Así es el ejercicio de esa libertad sindical. Precisamente, la Ley de Libertad Sindical y Derechos Sindicales, No. 17.940 de 2 de enero de 2006, dispone que “es absolutamente nula cualquier discriminación tendiente a menoscabar la libertad sindical de los trabajadores en relación con su empleo o con el acceso al mismo”. Y en especial, es nula “cualquier acción u omisión que tenga por objeto….sujetar el empleo de un trabajador a la condición de que no se afilie a un sindicato o a la de dejar de ser miembro de un sindicato”; “despedir a un trabajador o perjudicarlo en cualquier otra forma a causa de su afiliación sindical o de su participación en actividades sindicales” comprendiendo “ a los trabajadores que efectúen actuaciones tendientes a la constitución de organizaciones sindicales, dentro o fuera de los lugares de trabajo”.
La denuncia de la Cámara de Industrias Pesqueras del Uruguay (CIPU) y la Cámara de Armadores Pesqueros del Uruguay, desató una alarma, porque la libertad sindical, supone el respeto del derecho de los empleadores y de los trabajadores a constituir libre y voluntariamente las organizaciones que estimen convenientes y a afiliarse a las mismas o no afiliarse a ninguna. Significa que estas organizaciones tienen derecho a realizar sus actividades con toda libertad y sin injerencia; y este principio, protegido por el derecho laboral internacional y por nuestro derecho interno, es un aspecto esencial en una sociedad libre y abierta.
No sé qué consecuencias tuvo la denuncia referida. Me extraña, eso sí, que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social no se haya expedido en consecuencia, y más que aún algún legislador, no se haya expresado en la defensa de la libertad de afiliación sindical.
Por eso recordé la frase del poeta griego Teócrito, y no quiero pensar que la dirigencia sindical o empresarial base su accionar en alguna ideología que coarta la libertad de afiliación sindical, sometiendo a ella la libertad de defensa de las ideas.