Dr. César Suárez
Consejero Regional Norte-CMU
En las épocas que vivimos, todo arte requiere de ciertas habilidades naturales, pero además de una capacitación para aprender los conocimientos que toda la humanidad ha ido incorporando a través de la historia, y hacer que el ejercicio de cada profesión se realice con el mayor conocimiento y experticia posible. Para tal fin se han ido estableciendo en el mundo entero y en cada país programas de aprendizaje en diferentes niveles con exigencias progresivas de acuerdo a la importancia de la tarea a realizar, exigiendo mayor precisión en toda tarea que exija la mayor seguridad posible para cada comunidad.
Así sucede con la arquitectura, la ingeniería, la investigación farmacéutica, la industria del transporte, las comunicaciones, la informática. En cada una de estas y otras ramas de la ciencia no alcanza con la intuición, es necesario largos periodos de aprendizaje y entrenamiento para lo que existen universidades certificadas que tiene el propósito de enseñar, entrenar y certificar al final de la carrera que ese individuo está en condiciones de ejercer con confianza y seguridad la profesión que ha elegido.
Al igual que todas las profesiones mencionadas, el ejercicio de la medicina requiere de una responsabilidad especial porque se ocupa nada menos que de la salud de las personas, por lo que la preparación del médico exige un muy prolongado periodo que no se agota con la obtención del título sino que hoy día, la mayoría, dada la bastedad de la medicina, se sienten impulsados a continuar sus estudios a través de alguna especialidad específica que le lleva a invertir varios años más de preparación para la habilitación de ejercer en su especialidad.
Ese médico general o especialista, una vez habilitado para su labor, seguramente ejercerá su profesión durante varias décadas, a sus conocimientos adquiridos agregará una vasta experiencia que se incorporará a su bagaje en favor del manejo eficiente de la salud de sus pacientes.
Hoy día, cada vez se trabaja más en estrategias para mejorar la seguridad de los usuarios de los servicios de salud, tratando de asegurar la atención más eficiente para cada paciente que requiere de los servicios médicos.
Pero más allá de la preparación que cada profesional médico adquiere al momento del obtener el título, el conocimiento médico evoluciona a pasos agigantados, lo que hace necesario que cada profesional ya recibido deba estarse actualizando en forma continua y quien no lo hace queda al margen de los nuevos conocimientos por lo que deberíamos pensar seriamente en la necesidad periódica, como se hace en otros lugares del mundo en mecanismos de recertificación, asegurando previamente a cada profesional, herramientas fluidas de actualización para cada médico radicado en cualquier parte de todo el territorio nacional.
