viernes 26 de abril, 2024
  • 8 am

Más ricos, pero lamentablemente, muchos más pobres

Gustavo Chiriff
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Gustavo Chiriff

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Téc. Univ. Gustavo Chiriff
PCU/Frente Amplio
La realidad en el mundo hoy es que cada vez hay más pobres, pero también se da un aumento de las personas ricas. A pesar de la crisis por pandemia y la guerra Rusia-Ucrania, el número de personas millonarias, aumento en 5,2 millones, alcanzando algo más de 56 millones, que representa el 1 % más rico del mundo. Cerca de 1000 millones de personas viven en situación de extrema pobreza al día de hoy, es decir que una de cada diez personas en el mundo tiene dificultades para satisfacer las necesidades más básicas, como la comida, la salud, la educación o el acceso al agua y el saneamiento. La pandemia de coronavirus, la creciente desigualdad global y el aumento de los precios de alimentos a causa de la guerra en Ucrania, tendrá consecuencias dramáticas con más de 260 millones de personas en el mundo alcanzando un nivel de pobreza extrema, lo que es equivalente a la población total del Reino Unido, Francia, Alemania y España.
El panorama es desalentador, ya que 828 millones de personas han padecido hambre en 2021: 46 millones más que en 2020 y 150 millones más que en 2019. Unas 2.300 millones de personas en el mundo (29,3 %) en 2021, se encontraban en situación de inseguridad alimentaria grave, esto es 350 millones de personas más que antes del brote de la pandemia. Unas 924 millones de personas (el 11,7 % de la población mundial) afrontaron niveles graves de inseguridad alimentaria, lo que supone un aumento de 207 millones en un intervalo de dos años.
En Uruguay, tomando los promedios por año, la pobreza se situaba en 7,9% de la población en 2017, en 8,1% en 2018, en 8,8% en 2019 y se fue al 11,6% en 2020. En 2021 bajó a 10,6%. En términos de personas, esto implica 34.025 pobres menos que en 2020, pero todavía hay 65.928 pobres más que previo a la pandemia de covid-19. En total en Uruguay en el 2021, 375.561 uruguayos sufrieron de pobreza.
Como dato adicional, el PIB volvió a niveles similares a 2019 hacia el último trimestre de 2021, pero sólo un tercio de los 100 mil nuevos pobres logró salir de la pobreza. Lo que preocupa también, es que la masa salarial (que considera empleo e ingresos), que descendió al igual que el PIB durante la pandemia, en la recuperación que se está registrando del PIB, esta no acompaña este crecimiento por igual, lo que se transforma en pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores.
En el Uruguay de las ollas populares, de los merenderos y comedores municipales desbordados, de la falta de empleo, la de cerca de un millón de personas viviendo en la precariedad, careciendo de los servicios mínimos; en este Uruguay de desigualdades, estos guarismos no solo son cifras, si no que tienen cara humana, son nuestros compañeras y compañeros, nuestros familiares, nuestros vecinos. Y esto no es casualidad, responde a un modelo económico donde el centro es el capital privado y las grandes empresas, donde unos pocos siguen acumulando riquezas en contra de los muchos, demasiados, que sobreviven con una sola comida diaria y hacen malabares para cubrir sus necesidades básicas.